El incendio forestal originado hace 10 días en el cerro Alquitrán de Chilpancingo se mantiene activo y alcanzó terrenos pertenecientes a otros dos ejidos durante la madrugada de este viernes; el fuego ha consumido más de dos mil hectáreas de bosque, informaron brigadistas que se encuentran participando en las labores de combate al incendio.
Durante los últimos días, pobladores de las comunidades de Acahuizotla, Azinyahualco, El Tejocote y Palo Blanco han combatido el incendio con recursos propios, además de las brigadas institucionales que envía la Conafor, la Guardia Nacional, Semaren y el municipio de Chilpancingo.
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A pesar de los esfuerzos de más de 100 personas durante dos días, el incendio sigue activo, los combatientes revelaron que, como si se tratara de una cosa divina, este viernes cayó lluvia en la zona más alta del cerro Alquitrán, lo que permitió avanzar significativamente en el control del fuego.
La madrugada de este viernes el incendio alcanzó dos nuevos ejidos, Azinyahualco y Zoyatepec, sin embargo avanza por una zona de acantilados donde los brigadistas no pueden ingresar, pero la poca lluvia que recibieron disminuyó la intensidad del fuego y con ello se sintió una disminución en la cantidad de humo que se percibe en la capital.
Activistas y pobladores apoyan con víveres a los brigadistas
El apoyo a los brigadistas que participan en el combate de incendios se tiene de las propias comunidades, especialmente de las mujeres que acuden hasta el punto más cercano al que se puedan acercar para preparar alimentos, sus compañeros reparan herramientas y lo que se requiera desde la base de apoyo.
El activista Alejandro Solano, quien es originario de la comunidad de Llanos de Tepoxtepex, se ha sumado al apoyo en el combate de incendios trasladando agua embotellada, electrolitos y algunas despensas hasta la zona del siniestro, material que se capta en los centros de acopio instalados en Chilpancingo.
En Chilpancingo se han instalado dos centros de acopio para apoyar a los combatientes, uno en el centro de la ciudad en el Hotel Chilpancingo y uno más en el restaurante El Señorial, sitios a los que cualquier persona puede llevar líquidos embotellados, electrolitos orales y alimentos enlatados.