La pandemia de coronavirus que mantiene a Guerrero en semáforo epidemiológico de color rojo, mostró las limitaciones médicas y carencias que tienen los sacerdotes en la entidad donde han fallecido doce religiosos pertenecientes a las cuatro diócesis que contempla la entidad y decenas de curas se han contagiado. Un número impreciso, se encuentra actualmente enfermos y en cuarentena.
La iglesia católica en Acapulco, informó que la mayoría de diócesis de México “estamos en una mutual de ayuda fraterna” donde “cada sacerdote (damos) una aportación cada año y estamos cubiertos hasta cierta cantidad en gastos médicos mayores y un apoyo para gastos funerarios”.
“Los sacerdotes diocesanos de México estamos dentro de una mutual para ayuda a sacerdotes a partir de los 70 años o en situación de invalidez. Cuando el sacerdote por vejez (75 años) o por enfermedad renuncia a estar al cuidado de una parroquia, la diócesis también le da una ayuda mensual”, informó el arzobispo Leopoldo González González.
El clero porteño, reconoció que en la diócesis no se cuenta tampoco con espacios donde se pueda albergar o atender a quienes ya cumplieron su mandato y se han jubilado.
Los datos aportados por la iglesia, indican que se tiene un proyecto para acondicionar espacios de dos parroquias para convertirlo en Casa de Sacerdotes Mayores que alcancen la edad de retiro.
Admite que en la región que le compete representar, se cuenta con “algunas parroquias que son propicias para que un sacerdote mayor pueda vivir al cuidado de un sacerdote más joven, donde pueda seguir ejerciendo su ministerio”.
Sin embargo, informó que “algunos Padres mayores prefieren vivir con su familia y desde ahí apoyar en alguna parroquia con el ministerio que les es posible”.
De acuerdo con párrocos de otras diócesis, la mayoría de los sacerdotes, que son contados, tras cumplir con su ministerio, se retiran a sus casas con sus familiares debido a la falta de espacios para alojarlos dentro de la iglesia católica.