Una plaga de gusanos "quemadores" fue detectada en árboles de ficus que se encuentran sembrados en la calle Bravo del centro de la ciudad, estos insectos además de afectar los árboles porque se alimentan de ellos, pueden afectar a los seres humanos si los pican ya que causan irritaciones similares a las de una quemada con agua caliente, de ahí que se les conozca con este nombre.
De acuerdo con información que recabamos en páginas dedicadas al medio ambiente, el gusano quemador (Hylesia nigricans) es una especie de mariposas muy grandes que en su estado larvario se alimentan de las hojas y por ello se consideran plagas, en su estado adulto no se alimentan porque tiene el sistema digestivo atrofiado y por ello mueren muy pronto.
Las larvas u orugas miden en promedio 40 a 45 mm, y poseen un aspecto peculiar, con el cuerpo cubierto de pelos ramificados y la cabeza roja.
En la calle Bravo junto afuera del sitio donde se encontraba el restaurante la Finca localizamos cientos de larvas colgadas de los árboles otras muertas en las jardineras y otras en proceso de incubación, sin que hasta el momento alguna autoridad haya acudido a revisar cómo se encuentran los árboles y tratarlos para que las plagas no se los sigan comiendo.
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Vecinos de la zona indicaron que los árboles no reciben ningún tipo de atención por parte de las autoridades a pesar de que se encuentran a sólo una cuadra del zócalo de la capital, y si es muy grave que se permita crecer estas plagas de forma tan exponencial, pues en este momento son cuatro árboles los que ya están plagados de gusanos, pero si no se atiende el problema pronto podrían ser más.
Cabe destacar que en Chilpancingo además de esta plaga de gusanos, durante el primer año del gobierno de Antonio Gaspar, se realizó un censo de plagas en la capital y se encontró que se tiene insectos descortezadores, también plagas vegetales que son enredaderas que crecen sobre los árboles y poco a poco los van estrangulando hasta secarlos.
En su momento, un grupo de especialistas traídos del estado de Morelos, hicieron un plan para poder abatir estas plagas, sin embargo se terminó el recurso, llegó la pandemia de covid-19 y se detuvieron los trabajos para contener las plagas que en ese año ya cuantificaban más de 200 árboles secos por estos males.
El tema debería ser atendido por las áreas de protección Civil, Ecología, Salud y por supuesto servicios públicos para retirar todo lo que en este momento es un riesgo para la población que habita en la zona y quienes van a comprar a un puesto de tortas que siempre está lleno y muchos se sientan en las jardineras a comerlas.
