Retiró el ayuntamiento a vendedores de garnachas en el zócalo

Los desalojados se manifestaron con pancartas frente al palacio municipal y aseguraron que por la decisión del presidente, Antonio Gaspar, una decena de familias se quedarán sin sustento familiar

Abel Miranda Ayala/ Corresponsal

  · miércoles 13 de marzo de 2019

Foto: Abel Miranda Ayala | El Sol de Acapulco

Tras ser desalojados, comerciantes de gorditas y quesadillas, que se instalaban en calles aledañas el zócalo por personal de gobernación municipal de Chilpancingo, realizaron bloqueos en la avenida Ignacio Ramírez ubicada a un costado del Palacio Municipal, para exigir al presidente municipal Antonio Gaspar Beltrán que dé marcha atrás a la medida.

Los mercaderes, fueron retirados bajo el argumento de que no tienen permiso para ocupar la vía pública y su actividad representa un riesgo por el uso de tanques de gas.

Foto: Abel Miranda Ayala | El Sol de Acapulco

Por su parte los desalojados se manifestaron con pancartas frente al palacio municipal y aseguraron que por la decisión del presidente, Antonio Gaspar, una decena de familias se quedarán sin sustento familiar, además se les violan sus derechos humanos, porque el trabajo que realizan es honesto.

“No estamos robando, estamos trabajando, estamos enseñando a nuestros hijos y nuestros nietos que el dinero se gana con trabajo para que se conviertan en personas de bien, señaló María Torres dueña de varios de los puestos instalados en el centro de la ciudad.

Indicó además que el desalojo no fue parejo, pues el director de gobernación Daniel Acuña Simón, sólo actuó contra las vendedoras instaladas a un costado del casino del estudiante, mientras que decenas de puestos que ha instalado la gente de Pioquinto Damián Huato, no se les molestó.

“Nosotras provenimos de un desalojo atrás de la pepa, donde nos destruyeron las carpas, a pesar de que rescatamos el espacio que era un basurero, le echamos piso y no estorbábamos a nadie”, indicó la comerciante a la que este día se le impidió instalar sus puestos.

Por su parte el director de gobernación Daniel Acuña, aseguró que son cerca de 300 comerciantes que fueron notificados que no podrán seguir vendiendo en el zócalo y el desalojo de las “torres” fue el primer paso, y se decidió iniciar por ellas debido a que su actividad además de que invaden la vía pública es muy peligrosa por el uso de gas y aceite caliente.

“Tenemos mucha gente que nos ha manifestado que ya no viene al zócalo por el riesgo de que sus hijos puedan ser afectados por el aceite, además de que existe un decreto de cabildo que impide que los comerciantes se instalen en el centro histórico”.

Aseguró que el desalojo será total pero actuarán de forma gradual, porque es imposible quitar a todos en un solo operativo pues solo se cuenta con 30 agentes de gobernación y 10 policías municipales que están participando en esta actividad de limpieza del zócalo.