Empresarios integrantes de la asociación de Restauranteros Unidos de Acapulco (RUA), se dijeron a favor de que el gobierno municipal sancione a los negocios gastronómicos que no cumplan los procedimientos que marca la ley en materia ecológica.
Consultado sobre el ultimátum anunciado por la alcaldesa Adela Román para los negocios que no cumplen con la instalación y mantenimiento de las trampas de grasa para evitar contaminación en la bahía de Acapulco, el presidente de la agrupación, Javier Reynada Carbajal, informó que la mayoría de los 180 negocios agremiados cuentan con las medidas señaladas.
El también empresario señaló que cada negocio es responsable de evitar la emisión de contaminantes al medio ambiente, por lo que se dijo a favor de que el gobierno municipal aplique las sanciones pertinentes que pueden derivar en el cierre de los establecimientos que no cumplan con la normativa.
“La alcaldesa tiene la razón, porque todos estamos obligados a cuidar el ambiente, la mayoría de los restauranteros que yo represento tienen trampas, aparte tenemos una persona que recolecta el aceite para que nosotros no lo tiremos en los fregaderos.
Reynada Carbajal llamó a sus homólogos que no están dentro de la agrupación para que acaten la indicación de la autoridad, con la finalidad de preservar el mar y sus bondades, debido a que la mayoría de los negocios dependen directa o indirectamente del turismo que visita las playas.