La reciente remodelación de la Alameda Central Francisco Granados Maldonado, ha traído incertidumbre para unos 20 comerciantes, cuyos espacios significaban el ingreso para sus familias, y que de manera momentánea han sido replegados a las orillas.
Es el caso de Doña Nata, quien reservó su verdadera identidad y quien lleva más de 10 años vendiendo sus productos en la alameda.
Vende todo tipo de dulces, frituras, agua embotellas, refrescos y cigarros, este último artículo de los más comprados por los jóvenes.
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La alameda se ha vuelto en un lugar para la convivencia, principalmente de jóvenes, quienes estudian en las Preparatorias No.1 y No. 9, y los de la Secundaria Antonio I. Delgado.
Desde la semana pasada, personal de Obras del gobierno estatal realizó la delimitación con malla de la obra para evitar el paso de curiosos y extraños.
A partir del lunes, personal de Gobernación del Ayuntamiento informó que los comerciantes debían desalojar el área para la remodelación, y la única opción que les dieron era instalarse fuera del perímetro, es un espacio que antes era estacionamiento.
Sin embargo, en ese lugar ya se pueden sentir los estragos de la obra, la venta de los comerciantes ha caído a la mitad en tan solo una semana, así que tienen miedo de lo que pueda pasar en las semanas siguientes.
Y es que, de acuerdo con las autoridades, la obra de remodelación en la Alameda, el Parque Skate, y la Plaza Bicentenario, estaría finalizada a finales del año.
Ahora la exigencia de Nata y de los comerciantes es que se les asegure un espacio en la Alameda, una vez concluyan los trabajos de remodelación, ya que, de no hacerlo, quitarían el sustento para sus familias.
