Las viviendas se encuentran fracturadas, el suelo es inestable y las autoridades les han notificado que el sitio es inseguro para habitar, a pesar de eso, alrededor de 20 familias decidieron volver a ocupar sus viviendas en la Barranca del Tule, debido a que el municipio incumplió la oferta de dotarles un terreno para iniciar en un sitio seguro.
En septiembre del año pasado, un deslizamiento de tierra dañó más de 25 viviendas, de éstas al menos dos que estaban edificadas de concreto quedaron con daño total y fueron abandonadas, sin embargo, viviendas que son de madera y lámina, fueron levantadas por los propietarios y reconstruidas para seguir siendo habitadas.
Los precaristas señalaron que lamentablemente el gobierno municipal incumplió la promesa de que les otorgaría un terreno en otro sitio para que iniciaran en una zona segura la construcción de su vivienda, incluso habló de créditos y programas para que el apoyo fuera integral.
En las últimas reuniones que tuvieron, les aseguraron que el municipio ya había pagado el terreno que se encuentra cerca de Petaquillas, pero hasta el momento todo terminó en engaños y al no tener otra opción, tuvieron que meterse a sus antiguas casas.
Por su parte, el coordinador de Protección Civil municipal aseguró que todas estas familias han sido notificadas que las viviendas se encuentran en una zona de alto riesgo y deben ser desalojadas, por su propia seguridad, sin embargo, han decidido quedarse bajo su propia cuenta y riesgo.