Luego de que hace un par de días el presidente del Clúster minero de Guerrero, aseguró que en el 2019 habrá inversiones importantes porque existe confianza en el estado de Guerrero, la Organización No gubernamental “Red Mexicana de Afectados por la Minería”, respondió que el interés de las mineras sólo es por obtener ganancias sin importar los daños al ambiente y el deterioro social que dejan.
“Los corporativos mineros en Guerrero dejan bien claro no les importa lo que suceda con los daños a la salud y al ambiente, y salen a pregonar que sus inversiones son el mejor remedio para generar progreso y desarrollo en los pueblos circunscritos al llamado cinturón dorado”, establece el documento que se difunde a través de medios electrónicos.
En la postura critican también la posición “protectora” que asumió la Universidad Autónoma de Guerrero misma que firmó un convenio de colaboración con la empresa Media Luna para que los egresados de la carrera de ingeniero en minas sean contratados, además de que la propia UAGro realice estudios ambientales en zonas aledañas a los fosos mineros, “han logrado que la ciencia responda de manera sumisa y mentirosa para el servicio empresarial y no de la sociedad”.
Resaltan también que en las cercanías de las minas se han acentuado los problemas de violencia, “El hecho que no haya maestros, que existan miles de desplazados en cerca de 120 comunidades de los alrededores de las minas que están en explotación en la zona, que no haya médicos, que persista un “toque de queda” en donde ni los federales ni militares están seguros, no es tema para los inversionistas, menos aun para los dueños de los consorcios mineros que a través de la explotación desgarran no sólo el territorio sino la vida comunitaria guerrerense”.
“Del gobierno estatal, nada interesante que decir, son el ejemplo más claro de la obediencia al neoliberalismo más rampante y vil que hay en el planeta. Un gobierno que es incapaz de generar riquezas en un estado en donde podemos presumir tener un pueblo valiente y entregado para con las luchas sociales, donde las mujeres y los hombres saben y pueden vivir de lo que tienen, sin caer en el banal discurso de los megaproyectos que sólo sirven para hacer más obesos los bolsillos de los empresarios”.
No se dan cuenta que los pueblos originarios de la Montaña y Costa Chica de Guerrero, esos en donde la “inversión del progreso y desarrollo” no llega, son los más férreos opositores a la explotación minera porque saben que el territorio y sus bienes naturales son vida y valen más que el oro.