Por tercer año consecutivo, la Zona Arqueológica de Tehuacalco recibió a más de dos mil visitantes vestidos de blanco que disfrutaron la ceremonia del equinoccio de primavera y recibieron los primeros rayos del sol para recargarse de energía positiva, a la que asistió la presidenta del Patronato del Sistema DIF Guerrero, Mercedes Calvo de Astudillo.
Cientos de personas vestidos de blanco, desde muy temprano se dieron cita en la Zona Arqueológica de Tehuacalco, en medio de los diversos monumentos y vestigios que resguardan sobre la vida de los primeros habitantes del estado, donde las familias asistentes de diferentes municipios, tuvieron la oportunidad de recibir la energía del equinoccio a las 7:30 de la mañana y estuvieron resguardados por la Policía del Estado, militares y elementos de Protección Civil.
El sol se posó sobre la pirámide de Tehuacalco y los asistentes al abrir sus brazos, algunos colocados en el corazón, recibieron la energía de los primeros rayos del astro rey y se cargaron de las buenas vibras; esta ceremonia en el patio central de la zona arqueológica, evoca el momento en el que el día tiene la misma duración que la noche y alzaron sus brazos para realizar el tradicional ritual, acompañados por danzas prehispánicas, inciensos y ofrendas que marcan la entrada de la primavera.
En su participación, la señora Mercedes Calvo destacó la importancia de promover estos espacios para convivir en familia y que ayuda a tener y generar paz interior, además de conocer las culturas y la historia, a través del museo y estar en contacto con la vegetación.
Asimismo, se presentó con gran éxito el juego de pelota que practicaba la cultura Yope, que de acuerdo a la historia los tributos se hacían a través de éste, el cual representaba el constante enfrentamiento entre la luz y la oscuridad o de forma más terrenal, entre el fuego y el agua.
Es importante destacar que es el primer sitio arqueológico asociado a la cultura Yope en ser excavado en la década del 2000 y se encuentra en una colina rodeada de montañas que eran adoradas por esta cultura, con un antiguo centro ceremonial, donde destacan la cancha del juego de pelota que mide 37.80 metros de longitud y la pirámide denominada como la Incinera, con una altura de 20 metros.
Con este son 11 años consecutivos que se realiza la ceremonia en esta zona arqueológica y se encuentra ya identificada a nivel nacional.