La diócesis Chilpancingo-Chilapa no solicitará ningún operativo especial de seguridad para las actividades de Semana Santa por considerar que los narcos son católicos y los respetan más que los políticos, señalo el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza.
El señalamiento se realiza en medio de la escalada de crímenes que se ha tenido en diversas partes del estado como Acapulco, Chilpancingo, Taxco, y otras ciudades en las que, en el pasado reciente, la intervención de este obispo había generado acuerdos entre cárteles, que estabilizaron el actuar de los grupos delincuenciales.
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Salvador Rangel Mendoza, reiteró el llamado al gobierno para que dialogue con los grupos delincuenciales y que puedan lograr un arreglo, “para que se respeten las plazas y la zona de actuación de cada grupo”, con ello disminuyan los hechos delictivos y no se afecte la imagen que se brinda al turismo.
Lamentablemente, dijo, la situación de violencia que se presenta en Guerrero afecta el buen nombre de la entidad y de los destinos turísticos, con ello se afecta al principal ingreso económico del estado, además de que las autoridades no le han dado el verdadero valor que el turismo representa.
“Se deja que los carteles sigan actuando y eso a la larga está perjudicando el prestigio de Guerrero, la economía, le pérdida de empleos y debe haber otra forma de combatir a estos grupos de la delincuencia”, estableció el clérigo que se ha hecho popular por tener diálogos con estos grupos delincuenciales.
En torno a las actividades masivas que se realizarán por la conmemoración de la Semana Santa, Salvador Rangel indicó que no es necesario solicitar ningún reforzamiento de la seguridad porque “los narcos son católicos y muchas veces respetan más las celebraciones que los políticos”.
El obispo confió en que todas las actividades en centros turísticos como Taxco se realicen sin contratiempos, y que la población pueda asistir sin temor, además de que las actividades de la semana santa podrían ser un buen momento para la reflexión y verdadera atención de los problemas de inseguridad que se tiene en el estado.
Rangel Mendoza, propuso en meses pasados a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, que entable un diálogo con grupos de la delincuencia organizada a fin de que pueda haber una tregua que disminuya los homicidios en la entidad, situación fue rechazada por la mandataria.
El clérigo, durante su apostolado en la entidad, dialogó y tuvo acercamientos con integrantes de estos grupos criminales en municipios de la región centro y tierra caliente con lo que se mantuvo una ligera disminución en la incidencia delictiva.
Cabe señalar que el obispo Salvador Rangel reveló que durante los años que fue titular en la diócesis se reunió con líderes delincuenciales de Chilpancingo, Tlacotepec, Chichihualco, Iguala Taxco, Chilapa y Quechultenango, de esta forma se logró pacificar la zona centro del estado, también hubo una disminución delictiva en la zona norte pero ahí no logro los acuerdos con todos los grupos inmersos en la disputa territorial.
Su diálogo con los líderes delincuenciales también permitió que se liberarán a varias personas que fueron levantadas por grupos delincuenciales y ante ello las familias acudía primero a pedir el apoyo del obispo que tenía los contactos para pedirles a los jefes delincuenciales que se les liberará y que les perdonaran la vida.
Rangel Mendoza se jubiló del obispado por llegar a la edad prevista y se retiró a una capilla en el estado de Morelos pero mantiene la categoría de obispo emérito y sigue trabajando en este lugar y mantiene diálogo con algunos mandos de la delincuencia, sin embargo, con el principal cartel que se encuentra en la zona centro del estado conocido como “los Tlacos” no se ha reunido porque ellos lo catalogaron como persona no grata, por su amistad con el que fue líder del grupo que estuvo asentado en Chichihualco.