La emergencia sanitaria por Covid-19 no solo ha provocado las muertes de casi tres mil personas en el estado de Guerrero desde marzo del año pasado, también ha ocasionado que, otras enfermedades graves pasen a segundo término, incluso muchas no han sido atendidas como deberían y esto ha dado como resultado fallecimientos.
Las dependencias como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el ISSSTE, SEDENA, SEMAR y la Secretaría de Salud, se han visto rebasados por la alta cantidad de pacientes que llegan todos los días a sus hospitales, por lo que, la atención para enfermedades como cáncer, dengue, problemas renales, cardiacos o gastrointestinales han sido menos en las áreas de urgencias.
La falta de personal médico y de enfermería ha sido otro factor importante para la disminución en la atención a otras enfermedades, debido a que, en hospitales como el del ISSSTE en Acapulco se cancelaron consultas de especialidades, las cuales eran esperadas desde hace meses por los pacientes, así como cirugías importantes que no han sido reprogramadas.
Cabe mencionar que, desde que comenzó la pandemia, más de la mitad de los médicos generales y especialistas solicitaron una licencia para no trabajar, toda vez que, sufren alguna comorbilidad como diabetes, hipertensión arterial, problemas del corazón u otra enfermedad crónico – degenerativa que los hacen vulnerables ante el coronavirus.
Un ejemplo de la situación que viven los pacientes es la del señor Gabriel Toledo, quien tiene que ser operado de cálculos en los riñones, y en dos ocasiones desde el mes de abril de 2020 la cirugía ha sido reprogramada porque su médico se incapacitó, sin embargo, se enteró que, el doctor está trabajando en un hospital privado, pero en el ISSSTE donde tiene su plaza no.
En el mismo instituto, las consultas de especialidad han sido canceladas, como las de cirugía, dermatología, con el nefrólogo, internistas y otros médicos, además a los pacientes los hacen dar varias vueltas y solo les dicen que, los doctores están atendiendo a pacientes Covid porque es la prioridad.
La saturación de pacientes Covid en el hospital del ISSSTE y la reconversión de las instalaciones, obligó a que, los pacientes del área de urgencias que llegan de emergencia a solicitar atención médica pero por otras enfermedades hayan sido sacados al área de espera, donde se acondicionó para ellos, a fin de alejarlos de algún contagio de coronavirus, pero no cuentan con las medidas adecuadas y el espacio es insuficiente.
En el IMSS, los pacientes están acudiendo a consulta, pero se han quejado que, los médicos solo los atienden de tres a cinco minutos y no les dan el tiempo necesario para explicarles sus padecimientos con el pretexto de que, no pueden permanecer tanto tiempo en los consultorios por temor al contagio.
Además les dan medicamento para tres meses a enfermos de diabetes e hipertensión arterial, pero al llegar a la farmacia los encargados les dicen que, su tratamiento está agotado, esto ha provocado que tengan que comprar lo que necesitan para evitar que sus enfermedades se descontrolen.
En los hospitales de El Quemado y Ciudad Renacimiento muchos pacientes se han negado a acudir a solicitar atención médica a las áreas de urgencias, porque si llevan algún síntoma respiratorio como tos o dolor de pecho, de inmediato los médicos quieren meterlos al área Covid sin verificar si realmente padecen esta enfermedad o sea algún otro problema de salud.
Esta situación ha favorecido a los hospitales privados en el puerto, quienes incrementaron sus consultas con especialistas hasta en un 70 por ciento, debido a que, muchas personas que se atendían en hospitales públicos ya no reciben el espacio y ahora tienen que pagar de 600 hasta 2 mil pesos por una consulta particular.
Otras de las áreas afectadas durante esta pandemia han sido la de urgencias que han reducido su personal, insumos y equipo para atender a pacientes que llegan graves con heridas de arma de fuego, o tras sufrir algún accidente automovilístico o de otro tipo, en ocasiones no hay cirujanos o quirófanos disponibles para salvarles la vida y terminan falleciendo.
A pesar de que, la mayoría del personal médico y de enfermería que está en la primera línea de batalla contra el Covid-19 en todo los hospitales de Guerrero han sido vacunados, el riesgo de contagio sigue siendo alto, y la mortalidad ha crecido no solo por esta enfermedad, toda vez que, han fallecido personas por otros males que no han sido prioridad en el último año en lo que atención hospitalaria se refiere.
Cabe mencionar que, con un porcentaje de hospitalización del 68 por ciento y un promedio diario de fallecimiento de 20 personas por coronavirus, el estado de Guerrero se perfila para regresar a Semáforo Rojo a partir del 01 de febrero, lo que dificultará aún más la atención para pacientes con otras enfermedades, que también requieren de una cama y que esto se ha convertido en vida o muerte.