Hace nueve años don Francisco migró a los Estados Unidos buscando el llamado sueño americano, donde logró establecerse en Nueva York y emplearse como auxiliar de cocina, sin embargo su segundo sueño, regresar a su comunidad de Rancho Viejo en el municipio de Malinaltepec, Guerrero, no logró cumplirlo.
Su cuerpo convertido en cenizas regresará a su lugar de origen, para recibir el último adiós de la familia, ya que falleció por contagio de Covid-19 y tras muchos trámites su familia logró repatriarlo.
Los restos de don francisco fueron repatriados mediante un proceso de negociación diplomática que realizó el gobierno de México para trasladar a territorio nacional a 242 connacionales de los que 23 eras de Guerrero.
“No son sólo cenizas, en esta pequeña caja quedaron encerrados los sueños, el sufrimiento y la esperanza de poder mejorar la vida de toda la familia”, expresó entre sollozos y lágrimas una de las hijas de don Francisco Apreza Durán, que vino a Chilpancingo para recoger las cenizas traídas de los Estados Unidos.
Indicó que su padre siempre fue muy trabajador, sin embargo en la comunidad no hay posibilidades de progresar, no hay empleo, no hay desarrollo es un pueblo con muchas carencias y por eso la gente tiene que salir en busca de oportunidades.
La de Francisco es una de las 23 urnas que el gobierno de Guerrero repatrió y entregó este lunes a sus familiares, tenía 56 años y su hija relató que cada vez que podían hablaban por teléfono, “me comuniqué con él, el día 10 de abril y el 21 nos informaron que había fallecido por contagiarse de esta maldita enfermedad del Covid”.
“Él soñaba con volver, con venir al campo a sembrar maíz y respirar el aíre de la montaña, lamentablemente no lo volveremos a ver, ya está con Dios y a nosotros nos queda como herencia su recuerdo, su ejemplo de lucha y ganas de salir adelante, aún con eso duele y duele mucho saber que no lo volveré a ver que no lo voy a abrazar y no volveremos a jugar como lo hacíamos cuando yo era niña”, dijo la mujer que vino acompañada de su esposo a recoger la urna.
Los retos serán llevados a Rancho Viejo, municipio de Malinaltepec, se le comprará un ataúd normal, se realizará el funeral conforme a los usos y costumbres de la población y después se dará cristiana sepultura, “vamos a darle los honores que corresponden como se hace aquí en México y que Dios lo tenga en su santa gloria”.
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