La decisión del entonces gobernador Alejandro Cervantes Delgado de modernizar Chilpancingo con obras que impactaban de manera importante en todos los ejes del desarrollo, trajo en la década de 1980 la posibilidad de tener un zócalo moderno, con un paso a desnivel que permitió aprovechar más los espacios y especialmente un bulevar que agilizaba el paso del transporte que atraviesa desde la Ciudad de México hacia el puerto de Acapulco y viceversa, y aunque todo parecía bondad en esas obras, la contraparte la tuvieron las colonias del poniente como la del PRI que fueron aisladas del resto de la ciudad.
Salir de la colonia del PRI para ir al centro de la ciudad significaba viajar primero un kilómetro hacia el sur, dar vuelta en la glorieta del Congreso y luego regresar ese kilómetro para que a un costado de la Zona Militar se tomara la calle atrás del panteón para luego llegar a Valerio Trujano, por ello los vecinos de este lugar pro muchos años pugnaron por que se construyera un acceso que les evitara dar la vuelta, de más de un kilómetro.
Lee también: Alas monumentales, el nuevo atractivo turístico en Chilpancingo
En los primeros años de la década del dos mil, siendo presidente Saúl Alarcón Abarca elaboró el proyecto para la construcción del puente que conectaría la colonia del PRI con la zona comercial, con ello se resolvería el problema de conectividad entre esta colonia que fue aislada por el bulevar.
"Recuerdo que en aquellos años me tocó cubrir una gira de trabajo del presidente Saúl Alarcón y muy emocionado me mostró la carpeta del proyecto ejecutivo; me dijo que ya se había autorizado por la SCT y pronto se iniciaría su construcción. Es una obra que viene a resolver una demanda de los habitantes de la colonia”, entonces este reportero le comentó que no entendía como sería el puente, porque estaba raro donde bajaría tanto del lado del centro comercial como en la colonia del PRI. Me explicó que habría una glorieta, al final sin entender muy bien le dije que todo parecía muy complicado, cuando era más fácil sólo levantar la carretera central y que se pasara por abajo como en todos los cruces que existen, obvio no me hizo caso.
La administración de Saúl Alarcón concluyó y fue hasta que Mario Moreno se desempeñaba en la alcaldía cuando se inició la construcción del puente, unos meses después surgió el primer problema para desarrollar la bajada del puente en la colonia del PRI se necesitaba el espacio que entonces ocupaba el CENDI Aida Herrera de Saavedra. Fueron meses de disputas entre el DIF Guerrero y la constructora para que finalmente la institución cediera el terreno, entonces se generaron propuestas para que el trazo del puente fuera modificado, o incluso que se cancelara, pero las autoridades locales se empecinaron en impulsarlo, por ello se le asignó el sobrenombre de el puente del Capricho.
Con la demolición del Cendi se terminó una obra que fue emblema del gobierno de Rubén Figueroa Figueroa; ésta en la pared de entrada tenía un cuadro de acrílico en la que se apreciaba que las paredes estaban construidas con latas de aceite de automóvil vacías, sobre el acrílico una frase atribuida a Lucia Alcocer de Figueroa, esposa del ex gobernador, “en tiempos de crisis el ingenio del mexicano siempre aflora para salir adelante…”
Crisis vial
Al final del gobierno de Mario Moreno se inauguró el puente que aún no estaba completamente terminado y fue con Héctor Astudillo que finalmente se puso en completa operación.
Al saber que este reportero vive en la colonia del PRI, Héctor Astudillo en algún momento me comentó que hoy teníamos un puente que nos conectaba con el centro, mi respuesta fue contundente: “este puente se requería hace más de 20 años, hoy vendrá a ser una complicación”.
Lamentablemente tuve razón, hoy el puente descarga el tráfico hacia la calle Prosperidad frente a la tienda departamental Coopel, ahí se hace un cuello de botella por el semáforo y quienes necesitan acceder al bulevar Vicente Guerrero tiene forzosamente que ir primero hasta el paseo Alejandro Cervantes Delgado, haciendo una especie de glorieta que abarca varias cuadras y debido a que no hay una correcta planeación se hace un nudo.
El subsecretario de Tránsito y Vialidad de Chilpancingo, Misác Almazán, indicó que lamentablemente en su momento esta obra representaba una solución al problema de la colonia del PRI, pero hoy es un problema en la propia colonia y en las horas pico en las laterales del río Huacapa.
En la colonia del PRI la complicación inicia porque la circulación en la primera calle la hicieron encontrada: la mitad de la calle se transita hacia el norte, la otra mitad al sur y se topan en la avenida principal, lo que genera ahí muchos conflictos, señaló el funcionario municipal.
Luego se ha tenido que habilitar la segunda calle para que transiten por ahí los vehículos, pero no hay una correcta planeación y hace falta realizar un estudio de ingeniería vial que pudiera generar alternativas de solución.
Las afectaciones que produce el puente del Capricho en las horas pico o cuando hay cualquier bloqueo en calles de la ciudad, ocasiona que las filas de autos se alarguen hasta un kilómetro, desde la iglesia de Tequicorral hasta la parte alta del puente elevado y curiosamente después de que un vehículo pasa del este punto la vialidad se agiliza pues el conflicto siempre es la cantidad de autos que bajan desde el puente del Capricho.