El sismo de magnitud 7.1 que sacudió a Acapulco y varios estados del país el pasado martes y que ha generado más de 329 réplicas, la más reciente de magnitud 4.2 la cerca de las seis de la mañana de este jueves, tiene en alerta a los sismólogos nacionales debido a la ubicación cercana a la brecha sísmica de Guerrero.
Esto se debe a que el estado se encuentra cerca de la llamada brecha de Guerrero , una franja tectónica que lleva más de cien años sin registrar un gran movimiento telúrico.
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Cómo fue el sismo
De acuerdo con la información del Servicio Sismológico Nacional, el terremoto de este martes fue a una profundidad de sólo 10 kilómetros y “se trata de una falla de tipo inverso, en la que el bloque de techo sube con respecto al bloque de piso. Este tipo de fallas son características de las zonas de convergencia entre placas tectónicas, como ocurre en el contacto entre las placas de Cocos y de Norteamérica, en esta interacción la placa de Cocos subduce bajo la placa Norteamericana ”, indica el reporte técnico.
Además, el movimiento telúrico se ubicó en el límite oriental de la franja tectónica, donde según los expertos, se espera que se origine un terremoto de magnitud mayor a 8.
Lo que falta por venir
Para el investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, Víctor Manuel Cruz-Atienza, el reciente seísmo no fue de gran magnitud, pero sí de mucha importancia pues se registró exactamente en el punto costero más cercano a la capital del país, razón por la cual se siente muy fuerte.
Cruz-Atienza explicado al diario El País que si la brecha sísmica de Guerrero rompiera totalmente, daría lugar a un gran terremoto con magnitud superior a 8.2, por lo que dijo que este reciente movimiento telúrico fue de magnitud moderada pequeña , que -afirma - es la preparación de ciertas porciones de la brecha para romperse pero que no tienen suficiente energía para generar un sismo todavía mayor.
