IGUALA, Gro. - A casi tres meses del cierra de la empresa Coca-Cola FEMSA en Ciudad Altamirano, la embotelladora Pepsi-Cola, localizada en el mismo municipio, cerró sus puertas debido a la problemática de violencia existente en la región Tierra Caliente de Guerrero luego de 40 años de servicio a la población.
El 24 de marzo del año en curso, por motivos de seguridad y cobro de piso, la empresa FEMSA anunció el cierre indefinido de sus operaciones, donde se afectaron más de 70 fuentes de empleo.
En el marco de las acciones delictivas de la zona, el domingo 29 de abril, más de 800 personas saquearon al 100 por ciento dos minisúper con razón social “El Surtidor”, ubicados en la colonia centro del municipio de Arcelia, donde se reportaron pérdidas por 35 millones de pesos.
Esta acción fue perpetrada al iniciar el proceso electoral local en Guerrero para elegir a diputados de Mayoría Relativa. En esta región de Guerrero, se habían registrado secuestros masivos de personas por parte de una banda delictiva denominada de “El Tequilero”, a quien no se ha logrado detener desde hace más de un año y medio.
Además, la región de Tierra Caliente se ha marcado por una constante de homicidios de políticos en el 2017, como fue el caso de Elí Camacho, ex alcalde de Coyuca de Catalán; Ángel Vergara Chamú, aspirante a la alcaldía de Ajuchitlán del Progreso y el último de estos casos, ocurrió el pasado 8 de mayo en contra de Abel Montufar Mendoza, candidato a diputado local del distrito 17 de Tierra Caliente y alcalde con licencia de Coyuca de Catalán.
El cierre de la embotelladora de Pepsi-Cola en Ciudad Altamirano, se presenta por la violencia que se vive en la Tierra Caliente, cobró de cuotas y por la falta de condiciones para operar y garantizar la seguridad a los empleados.
Por ello, la planta cerró sus puertas y con ello concluye cualquier actividad comercial dejando sin empleo a más de 100 trabajadores; en casi tres meses es la segunda empresa refresquera que cierra sus puertas en este municipio de la Tierra Caliente donde grupos de la delincuencia organizada se disputan el control de esta zona.
De acuerdo con empleados del grupo PepsiCo, del centro de distribución en Ciudad Altamirano, denunciaron que desde hace varios meses comenzaron a recibir amenazas, cobro de cuotas, agresiones por parte del crimen organizado quienes pretenden tener el control del producto refresquero encareciéndolo para obtener mayores ganancias.
El cierre de la empresa afectará el abastecimiento de productos en los municipios de Pungarabato, Coyuca de Catalán, Cutzamala, Ajuchitlán, Tlapehuala y Tlalchapa, así como sus pueblos aledaños.
En la zona y pese a que el gobierno estatal y federal han reforzado las medidas de vigilancia y seguridad, prevalece la impunidad y la violencia en Ciudad Altamirano por ello la empresa determinó cancelar sus operaciones.