Entre sollozos y llanto, la alcaldesa de Chilpancingo Norma Otilia Hernández Martínez acusó que poderes fácticos, que no se muestran, pero son la mano que mece la cuna, han propiciado una campaña de violencia política en su contra, por eso cada obra cada acción de su gobierno es criticada y denostada.

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Hernández Martínez señaló que el tema de colocar la estatua de doña Aurora Meza Andraca tenía que ser un evento bonito, pero se generaron reacciones provenientes de esos poderes ocultos, por eso su gobierno ha decidido esperar la resolución que del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que son los que han establecido que el edificio que ocupa el Palacio de la Cultura no es un monumento histórico ni tiene un valor histórico, aunque sí tiene un valor artístico por los acabados que se le dieron.

También recordó que la remodelación de la alameda Francisco Granados Maldonado causó mucha polémica por lo que durante muchos meses tuvo que ser sometida a procesos de consulta entre profesionales de la arquitectura, entre organizaciones de la sociedad civil y otras voces para que el proyecto pudiera continuar.

Destacó que ante tanto golpeteo aprendió que “no le pegan a cualquiera, le pegan a los que van avanzando”, a pesar de ello dijo que ha sido prudente y siempre busca entender todas las opiniones. “Eso ha sido lo objetivo de mi gobierno, más allá de sentimentalismos he tratado de que se concilien las opiniones para tomar decisiones”.

En la conferencia mañanera se habló de la importancia que tiene el que se coloque el monumento de una mujer como Aurora Meza Andraca, a la que se le reconoce el haber sido la primer mujer en gobernar un municipio en toda América Latina, y se estableció que poner la estatua fuera del primer cuadro de la ciudad sería permitir que el patriarcado siga imponiendo como regla que sólo los hombres pueden tener un espacio en la plaza y que sólo las acciones de los hombres han sido importantes en la historia.

“Pero no es el monumento, es todo lo que hace la presidenta, ahí está el tema de la alameda, tuve que platicarlo meses, consensuarlo meses y si yo hago una calle les puedo apostar que van a cuestionar a Norma Otilia, y si pinto el mercado van a cuestionarlo y si hago una fiesta para los padres, ahí está Lady Pachangas”.

Tras romper en llanto durante la mañanera, la alcaldesa dijo: “Nos podemos doblar, pero nunca quebrar, las mujeres, y lo digo rotundamente nos podemos doblar porque las mujeres lloramos, sentimos, reímos, pero también nos enojamos y todos los días nacemos, cada día con mayor fuerza y más cuando hay obstáculos como estos”.

La edil también resaltó que en días recientes hubo una convocatoria lanzada en redes sociales para marchar en su contra y no hubo nadie que respondiera a ella, y como resultado su relación con grupos sociales de Chilpancingo se fortaleció porque le hablaron transportistas, comerciantes, periodistas y de muchos otros sectores para mostrarle solidaridad”

“Mientras ustedes fracasan en sus intentos de desacreditar a una mujer que tiene avances, yo me fortalezco y por eso quiero decirles que no vamos a dar ni un paso atrás, seguiremos transformando y avanzando”.