Como cada primero de agosto, la actividad en el Mercado "Baltazar R Leyva Mancilla" inició con una misa frente a la Virgen de Guadalupe que se encuentra en la nave de carnes, con ello se agradeció por un año más de vida, por las buenas cosas que se han recibido en los meses que pasaron y se pide porque los próximos 12 meses sean de buenas ventas y que no haya males en este que es el principal centro de abastos de la capital.
Octavio Bonilla Díaz, es uno de los comerciantes de tradición en este mercado, aseguró con su familia inició en esta actividad hace más de 4 décadas cuando el mercado se encontraba en el centro de la ciudad.
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Relató que todo empezó desde sus abuelos y sus padres, cuando el mercado se llamaba Nicolás Bravo y se situaba en lo que ahora es el edificio Juan Álvarez, posteriormente el continuo con el oficio familiar, ya en las instalaciones del mercado central y actualmente hasta sus hijos se dedican al comercio, por lo que ya son cuatro generaciones y esperan que con el paso de los años se sigan sumando más.
Bonilla Díaz, expreso que el objetivo del Día del Comerciante es reconocer la labor que realizan diariamente, además de que por la noche se hace un convivio y un baile en el que celebran todos los locatarios juntos.
Indico que este año, de manera personal celebraron diferente, pues su hija participó en el certamen de Reina de los Comerciantes, que lamentablemente no ganó, pero fue una convivencia sana y familiar.
El comerciante dijo que este día espera divertirse, con su familia y compañeros, pero sobre todo que se reconozca su trabajo y labor que realizan diariamente.
Informó que personalmente disfruta mucho su trabajo, porque para él, más que un trabajo es una bendición.
"Más que un trabajo para mí es una bendición el poder trabajar de comerciante y darle a la gente lo mejor", comento.
Indicó que de la mano de Dios y con una buena actitud, han logrado mantener su negocio 44 años en el Mercado Central, aparte de lo que sus padres y abuelos trabajaron cuando aún estaba en el centro de Chilpancingo.
Por último, agradeció a cada uno de sus clientes quienes día con día acuden y adquieren sus productos.
Por su parte, la señora María, quien dijo lleva 30 años siendo comerciante, señaló que ella festeja en su puesto, con sus compañeros, con una copita o una cerveza, esperando tener salud y encontrarse de la mejor manera.