La coordinadora de la Red de Trabajadoras del Hogar, Petra Hermilo Martínez, a quien el gobernador del estado Héctor Astudillo reconoció su trabajo durante el homenaje a La Bandera del pasado lunes, pidió al mandatario estatal que en el marco de este reconocimiento haga un exhorto a todos sus subordinados que tengan empleadas en su hogar para que les ofrezcan las prestaciones mínimas de ley.
La mujer, desde hace más de una década ha luchado porque se visibilicen los problemas que pasan las trabajadoras del hogar y se les reconozca su labor y con ello puedan acceder a las prestaciones mínimas de ley como el Seguro Social, SAR, Infonavit y percepciones de al menos el salario mínimo.
Comentó que la mayoría de los empleadores de personal doméstico son trabajadores del Gobierno estatal, por ello el llamado al gobernador a que los exhorte o les aplique alguna medida que los obligue a pagar prestaciones a sus empleadas.
Indicó que en Guerrero su agrupación tiene registradas más de 650 trabajadoras del hogar, sin embargo, de manera recurrente ofrecen apoyo a muchas mujeres que llegan a la casa solidarias a pedirles alojamiento temporal o incluso a buscar trabajo con algún patrón que les haya solicitado enviarles personal, porque la red se ha convertido también en eso en una especie de agencia de colocación.
Lamentablemente la mujer indicó que son muy pocas las mujeres que han logrado tener los beneficios mínimos de ley, pues los patrones se niegan a pagar las prestaciones, “tenemos muchos patrones que actúan de manera responsable y en diciembre dieron aguinaldo a sus trabajadoras además les pagan más del salario mínimo, sin embargo, son muy pero muy escasas las que logran tener Seguro Social.
Comentó que en Chilpancingo la mayoría de las mujeres trabajadoras del hogar proviene de la zona de La Montaña, y muchas de ellas con la condición de ser indígenas, quienes al llegar a la ciudad tienen que lidiar con el cambio de costumbres e incluso enfrentar un lenguaje diferente a su lengua materna.
“La pobreza, el analfabetismo, la falta de información, incluso la condición del lenguaje, son algunos de los factores que obligan a las mujeres a emplearse en condiciones desfavorables, y que los patrones abusen a sabiendas que violan la ley, pues estas mujeres no tienen quién las defienda”.