A un año del asesinato del defensor de Arnulfo Cerón, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan exigió que su privación ilegal de la libertad y su homicidio no quede impune y que los responsables materiales e intelectuales sean sancionados con todo el peso de la Ley.

En un comunicado, el organismo no gubernamental de derechos humano también solicitó que se brinde las condiciones para que las defensoras y defensores de derechos humanos tengan garantías para realizar su labor.

Aunque el caso de Arnulfo presenta algunos avances en el proceso, se informó que falta que los culpables materiales e intelectuales sean sentenciados, se repare el daño y se implementen medidas de no repetición.

Tlachinollan mencionó que el reto de las autoridades estatales y federal será desplegar medidas para que hechos como el asesinato del defensor Arnulfo Cerón no se vuelvan a repetir.

“Deberán aprovechar la coyuntura del caso de Arnulfo para generar las condiciones que impidan que el crimen organizado se vuelva a enraizar en la montaña con su cauda de violencia y muerte”.

Asimismo señaló el Centro de Derechos Humanos que aunque la clase política y los grupos de poder local lo nieguen fue el caso de Arnulfo el que propició condiciones de tranquilidad en Tlapa y la Montaña.

Pues antes de este hecho las familias no podían salir a altas horas de la noche, pues había un vacío de poder que era ocupado por estos grupos delictivos que eran los que en realidad ejercían la autoridad e imponían la fuerza en este lugar.