El ex procurador de Justicia de Guerrero, Alberto López Rosas planteó reabrir el llamado caso Ayotzinapa para que se investigue a quienes eran entonces mandos de la Policía Federal y aseguró ser también una víctima.
Ayer 12 de diciembre se cumplió una década de la manifestación de normalistas de Ayotzinapa que terminó con el asesinato de dos de ellos: Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús y la muerte del trabajador de la gasolinera del Parador del Marqués en Chilpancingo, Gonzalo Rivas Cámara.
En entrevista, López Rosas aseguró que los únicos elementos armados en la manifestación eran los policías federales quienes se colocaron de norte a sur en la Autopista del Sol, mientras que los policías ministeriales lo hicieron desde el centro comercial hacia el cerro “sin línea de disparo ”Y únicamente tomaron posiciones de disuasión.
Lee también: Normalistas vandalizan instalaciones del PRD
Señaló que el entonces secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna -hoy preso en Estados Unidos-, presionó a diversas instituciones para deslindar a sus elementos y responsabilizar al gobierno de Guerrero por la tragedia.
“Ha sido un episodio infame del gobierno federal encabezado por Felipe Calderón y García Luna. Fue un acto infame no solo por las muertes, sino contra los servidores públicos y las instituciones ”, afirmó.
“Fue un montaje para cuidar a la Policía Federal y sus mandos y enjuiciar a las autoridades guerrerenses”, abundó el también ex alcalde de Acapulco.
Insistió en que en muchos videos que son de dominio público se observaron quiénes y desde dónde se realizaron los disparos, sin embargo, lamentó que no se haya tomado en cuenta.
López Rosas dijo que después de una década él y otros ex funcionarios han librado todos los señalamientos en su contra porque no hubo elementos que los sustentaran.
Aseguró que defenderá la reapertura del caso para que se investigue y sancione a quienes en aquel momento eran mandos de la Policía Federal.