A pesar de la presencia del ejército, policía local y las restricciones de acceso a través de vallas metálicas, el mercado Baltazar R Leyva Mancilla de Chilpancingo sigue siendo un visitado por miles de personas diariamente y se ha convertido en un foco de riesgo para el contagio masivo del coronavirus.
Este domingo durante un recorrido que realizamos en este lugar encontramos las vallas metálicas colocadas en las calles 21 de marzo y Roberto Nájera, sin embargo las vallas sólo son una especie de adorno porque no hay ninguna vigilancia, las que pasa la gente sin ningún problema.
En la entrada principal del mercado el personal de la administración del mercado distribuye alcohol en gel y exige a los compradores que use cubrebocas, sin embargo en las entradas laterales el acceso es sin ninguna restricción.
El administrador del mercado, Antonio García, indicó que tratar de que la gente utilice medidas de prevención ha sido una tarea muy complicada porque ha existido mucha resistencia de quinees aseguran que la enfermedad no existe, “aquí pasan les exigimos que usen cobrebocas y nos insultan, nos gritan y hasta han tratado de golpearnos, sólo por pedirles que tengan precaución y por su propia seguridad”.
Sobre el hecho de que las vallas de las calles 21 de marzo y Roberto Nájera estén sin ninguna restricción en el paso, el administrador indicó que esa área le compete a la dirección de gobernación atenderla, “a nosotros nos corresponde únicamente el mercado las áreas circundante dependen de otra autoridad.
El funcionario estableció que la mayoría de los locatarios del mercado se han sumado a las acciones preventivas sanitizando los espacios donde venden sus mercancías, también regalando gel y todos ya utilizan cubrebocas porque ha sido la indicación de las autoridades.
MILITARES VOCEAN MEDIDAS
Por su parte un grupo de militares instaló una patrulla con altavoces para llamar a la población a quedarse en casa advirtiendo que de no hacerlo el gobierno tendrá que tomar otras medidas “participa en el quédate en casa y no hagas que las medidas restrictivas de hagan obligatorias”.
Los militares colocaron también una patrulla artillada con un rifle de alta potencia y durante todo el tiempo que permanecieron voceando un elemento estuvo con parado junto al arma.