A un año de haber aprobado el Congreso de Guerrero la despenalización del aborto, las mujeres siguen siendo discriminadas y revictimizadas pues se han encontrado un obstáculo en los servicios de salud para que les practiquen la interrupción del embarazo.
Janiseli Renata González Moreno, Coordinadora de incidencia de la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres dijo que médicos creen que es mejor atender en la región de la Montaña a niñas y adolescentes que están embarazadas en lugar de practicarles su interrupción.
Señaló que falta una política integral que también tome en cuenta aquellas niñas y adolescentes que son embarazadas a causa de una violación o matrimonios forzados.
Recordó que durante reunión que sostuvieron el 16 de mayo con la Secretaría de Salud Guerrero se les mencionó que actualmente hay tres módulos de Chilpancingo, Iguala y Chilapa para atender a las mujeres que quieren interrumpir su embarazo.
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Sin embargo, no están contemplados con módulos zonas alejadas de las grandes ciudades y eso dificulta el acceso de las mujeres que viven en zonas rurales.
Además sigue pendiente una reforma a Salud y el obstáculo es que al cambiar algunos servicios al IMSS-Bienestar también muchos áreas lo harán.
A un año de la despenalización, persisten graves problemas para garantizar el acceso efectivo a los servicios de aborto seguro de calidad en el estado.
Además de que se ha encontrado que persiste las actitudes estigmatizantes, discriminatorias y violentas por parte del personal de salud hacia las mujeres que solicitan un aborto, así como la negación injustificada de los servicios o la imposición de requisitos innecesarios.
Por el estigma social, muchas mujeres no quieren que se enteren que están solicitando un aborto, sin embargo se han encontrado con la falta de ética médica por parte de los funcionarios que no salvaguardan la confidencialidad de sus pacientes.
La Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres también ha detectado que el uso de métodos desfasados como el legrado, que implica mayor riesgo e invasión para las mujeres, lo siguen practicando en lugar de optar por métodos más seguros al usar medicamentos recomendados para interrumpir el embarazado.
“La Organización Mundial de la Salud ha dicho que el legrado es un método que no se debe de usar y es un método super desfasado y más de la mitad llega y le dicen que se le hizo un legrado y eso ya no se tiene que hacer”, precisó.
Se han encontrado también con la falta de promoción del aborto como un derecho reproductivo y de información sobre los hospitales que ofrecen el servicio, lo que genera desconocimiento e incertidumbre entre las mujeres que buscan interrumpir su embarazo.