CHILPANCINGO, Gro.- El humo del sahumerio y los rezos tradicionales que se ofrecen a los difuntos, no llegarán hasta las gavetas del Panteón Ministerial, aquí se almacenan 253 cadáveres que no han sido identificados por sus familiares, para ellos no habrá veladoras, ni ofrendas, apenas los acompañará el arrullo del viento y flores silvestres que crecen junto a las criptas verticales.
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Las cruces y lápidas que tradicionalmente acompañan a los difuntos en su última morada, aquí fueron cambiados por placas metálicas estampadas con el número de averiguación previa o carpeta de investigación, un número asignados en el Servicio Médico Forense y la fecha en que fueron colocados en las gavetas de este cementerio que es único es su tipo.
Además, se alumbran con velas, un servicio que los más de 700 cadáveres que están a disposición del Semefo no recibirán, 253 estarán en el concreto del panteón ministerial y el resto en las frías gavetas de los congeladores, en espera de que un día las muestras marquen coincidencia y finalmente regresen a sus familias y tengan cristiana sepultura.
El panteón ministerial fue construido por el Gobierno del Estado, debido a la saturación que se tiene en los Semefos de la entidad, actualmente cuenta con 560 gavetas distribuidas en 8 edificios, se encuentra dentro del panteón privado “La Paz”, que es propiedad del diputado local y dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez.
Las criptas fueron construidas bajo supervisión de la Cruz Roja Internacional y se instalaron sistemas de drenes subterráneos, y tubos de venteo para extraer los lixiviados y gases que generan los cuerpos al descomponerse, además en el subsuelo se colocaron filtros de carbón para evitar que los olores invadan el ambiente a pesar de ello el olor a putrefacto se alcanza a percibir mientras se camina entre estas paredes de concreto.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el director estatal del Semefo, Ben Yehuda Martínez Villa, en Guerrero se tienen de la actual administración aproximadamente 700 cuerpos sin identificar, de ellos 255 se han trasladado al Panteón Ministerial y tres fueron exhumados para entregarlos a sus familiares tras haberse identificado mediante pruebas de ADN.
Los restantes, casi 500 cadáveres, se encuentran almacenados en las cámaras frigoríficas de los tres Semefos que existen en el estado de Guerrero.
La mayoría de los cuerpos fueron exhumados de fosas clandestinas y se asocian con la situación de violencia que prevalece en Guerrero y en el país, en contraparte, cabe resaltar que en el estado también existen más de 600 personas en calidad de desaparecidas y sus familiares han formado organizaciones para mantener la búsqueda.
De ellos nadie sabe su nombre ni apellido, sus generales fueron sustituidas por números y expedientes en los que se integran perfiles genéticos que se comparan con las familias que buscan a desaparecidos, desafortunadamente el sistema en Guerrero no ha funcionado de forma adecuada y muy pocos de los cuerpos que son rescatados de fosas clandestinas se ligan para su plena identificación.
