Este 6 de agosto como cada año se conmemora al Padre Jesús de Petatlán en la Parroquia de San Pedro Apóstol, pero a diferencia de años pasados, en esta ocasión miles de feligreses acudieron al Santuario para pedir por la salud de muchos pacientes enfermos y fuerza para superar la pérdida de aquellos que no ganaron la batalla al Covid-19.
Y es que en estos momentos mas que nunca la gente deposita su confianza en la fe de la iglesia, porque consideran que no basta con acatar los protocolos sanitarios contra el Covid-19, confían en que para evitar enfermarse o morir por el virus, hay un poder superior al que tienen que recurrir.
El señor Felipe García Rodríguez viajó desde el municipio de Atoyac de Álvarez para visitar "al rey de reyes", narró que lamentablemente perdió en esta pandemia a su madre y dos hermanos, consideró que si no se salvaron es porque son decisiones de papá Chuy pero aunque fue difícil perder a tres familiares, hoy está de pie y sobre todo no está infectado.
Si bien es cierto hay quienes murieron por la enfermedad, hay otros que están enfermos todavía combatiéndola, es el caso del hijo de la señora Alma Rosa Rumbo González de la comunidad El Papayo, municipio de Coyuca de Benítez, quien viajó a Petatlán para pedir a papá Chuy.
En la misa y al son de música de mariachi todos los asistentes coincidieron en elevar oraciones para que la pandemia pase los más pronto posible.
En esta celebración se implementaron protocolos sanitarios contra el Covid-19 desde la entrada y en secciones de bancas, todos portando cubrebocas y usando gel antibacterial.
La derrama económica se dio en todos los sectores, desde quienes venden artículos religiosos, hasta puestos de comida y de otros giros comerciales.
La imagen del Padre Jesús de Petatlán por su estilo plástico y acabado artístico es con toda probabilidad de origen español, así lo afirma toda ella: Su perfil espigado, sus ojos penetrantes dulcemente tristes que ansiosos miran a quien está enfrente.
Con cierta probabilidad podría colocarse en las proximidades del año de 1555, todavía existe el arroyo de la Imagen como fue bautizado desde entonces.
Afirmándose entre la gente que llegó en alguna fragata española, y que las aguas del océano trajeron amorosamente hasta estos lugares la Sagrada Estatua.