Un mural que relata parte de la historia de Chilpancingo y resaltan las hazañas de personajes de la capital, se encuentran en muy mal estado. Dicha obra está dentro del Palacio de la Cultura que es la sede de la Secretaría Estatal de Cultura del Gobierno del Estado y las pinturas están llenas de excremento de ave sin muestra de que hayan recibido ningún tratamiento para su conservación.
La gran pintura fue elaborada por el pintor Francisco Alarcón Tapia, dentro de lo que en su momento fue el Ayuntamiento de Chilpancingo y después se quedó como Palacio de la Cultura cuando cambiaron la sede con el ex Palacio de Gobierno.
Lea también: Inmortalizan en mural a "Buka"
La descripción que el propio pintor hizo de la obra, establece que el mural inicia con una mención a la gesta libertaria en Chilpancingo y “El Primer Congreso de Anáhuac”, su importancia por ser la cuna de la libertad y soberanía nacional, la cual se inicia en esta ciudad el 13 de septiembre de 1813, celebrado aquí en la iglesia de Santa María de la Asunción y encabezado por el cura José María Morelos y Pavón, conocido por sus hechos heroicos como “El Rayo del Sur”.
Morelos aparece aparece a la derecha de la pintura mural y a su lado surge un rayo que lo representa y que al caer destruye todos los símbolos de dominio y esclavitud que laceraban nuestra Patria y que finalmente rompe las cadenas opresoras, logrando así la libertad.
En la parte superior central aparece un cielo surcado por una serpiente que simboliza a Ehecatel, “Dios del Viento”, ya que cuando llegó la primera expedición española al valle de Chilpancingo encontraron una gran piedra en forma de serpiente a la cual los indígenas le rendían culto.
En el lado superior izquierdo una avispa, como símbolo de Chilpancingo, colocando una corona triunfal de olivo y laurel a la iglesia de Santa María de la Asunción; a un lado el pergamino que contiene los Sentimientos de la Nación.
Enseguida los héroes que apoyaron y continuaron este movimiento independentista hasta lograr finalmente la libertad de México. De izquierda a derecha Vicente Guerrero, consumador de la independencia nacional; Hermenegildo Galeana, Juan Álvarez y Nicolás Bravo, a quienes cubre nuestra Bandera Nacional en reconocimiento por haber creado una patria libre. Al frente el águila devorando a la serpiente, símbolo de nuestro Escudo Nacional. A continuación, palomas blancas que simbolizan la paz en libertad y el fruto del trabajo.
“A la izquierda, un grupo piramidal de libros que representa la ciencia y la cultura que complementan la verdadera libertad y que finalmente, gracias a la sangre derramada por todos estos grandes héroes, se abre el acceso a la educación y surgen los nuevos ciudadanos destacados fruto de esta Libertad obtenida”, establece el autor del mural.
En la parte superior izquierda a derecha se inmortalizó al compositor José Castañón, al sacerdote y pintor Margarito Escobar, al doctor oncólogo Arturo Beltrán Ortega y a la escritora María Luisa Ocampo; en la parte inferior de izquierda a derecha, el exgobernador Alejandro Cervantes delgado, al poeta Rubén Mora Gutiérrez y el primer Astronauta mexicano, Rodolfo Neri Vela, “todos ellos un ejemplo a seguir”, escribió Francisco Alarcón.
Las pinturas fueron elaboradas en el año 2008 y concluyen con un extracto de un poema de Rubén Mora Gutiérrez, “La alegría de tu prístino Congreso fue una férvida caricia y a manera de un gran beso que por boca de Morelos, a la patria se le dio”.
Dentro del edificio se tienen nidos de aves que se posan sobre la parte alta del mural y continuamente deslizan excremento que escurre por los detalles de la obra de arte, sin que nadie se haya realizado algo para impedir que se les siga dañando y menos para restaurarlos.