Padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa acordaron seguir impulsando acciones de lucha para mantener la exigencia de verdad y justicia ante la evidente falta de respuesta por parte de las autoridades, que lejos de buscar esclarecer el paradero de los normalistas se han dedicado a denostar el trabajo de los abogados y de las organizaciones que han sido solidarias.
En la asamblea organizativa que tuvieron este sábado en la Normal de Ayotzinapa, los padres y las organizaciones adherentes a su movimiento determinaron seguir la lucha y exigir una investigación clara y puntual de la participación del Ejército en los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014, puesto que existen evidencias claras de que el Ejército tuvo responsabilidad por acción y omisión.
Establecieron que la investigación del caso se detuvo en el año 2022 cuando se procesó a 20 militares; “desde ese momento inició una situación de tensión con el presidente. La Comisión para la Verdad y el Accesos a la Justicia (CoVAJ) y la Unidad Especial de Investigación y Litigación del caso Ayotzinapa (UEILCA) que fueron desmantelados y sustitulares renunciaron en medio de las presiones y hostigamiento militar”.
“Prueba de ello es que el propio Alejandro Encinas ha sido citado para ser interrogado por los militares ante el silencio del presidente”.
Líneas de investigación pendientes
Entre las líneas de investigación que aún están pendientes se enlistan el tema de los 17 estudiantes sacados de barandilla municipal; los estudiantes que fueron ingresados al 27 Batallón y entregados al grupo delictivo Guerreros Unidos, así como las extradiciones de Tomás Zerón y José Ulises Bernabé, que permanecen sin impulso ni avances.
El abogado de los padres de los 43 normalistas, Vidulfo Rosales Sierra, estableció que sobre la participación del Ejército se tiene elementos de prueba contundentes, como el hecho de que un soldado fue infiltrado en la Normal de Ayotzinapa, y de esto existen documentos militares en los que se expresa la aprobación del elemento para ser incorporado al área de contrainteligencia y que su inmediato superior informó de su desaparición el día 29 de septiembre de 2014,
Otro elemento es que militares dieron seguimiento a los estudiantes desde que llegaron a Iguala hasta su desaparición y estuvieron informando a sus superiores de lo que ocurría en esa ciudad.
Además, los militares intervinieron llamadas de los perpetradores y en estas llamadas hay información de los 17 estudiantes al momento que los trasladaron a la barandilla municipal.
“Varios datos de prueba establecen que mandos militares del 27 batallón tenían vínculos delictivos con el grupo delictivo Guerreros Unidos. Además de que un testigo protegido declaró que varios estudiantes fueron detenidos por los militares, ingresados al 27batallón y entregados al grupo delictivo Guerreros Unidos”.
Rosales Sierra establece que "estas pruebas no dejan lugar a dudas que los militares tenían vínculos con el grupo delictivo responsable de cientos de desaparecidos en Iguala, además de que supieron del movimiento de los estudiantes desde su salida de la Normal hasta su desaparición y participaron en la detención de los jóvenes, en tal virtud, corresponde al Gobierno probar la plena participación del Ejército”.
Información del Ejército resguardada por el Gobierno
Otro elemento que resalta el abogado es que el gobierno se ha negado a abrir 800 folios de información militar que el Ejército asegura que no tiene nada respecto al caso Ayotzinapa, pero en dos bloques de información que se les ha entregado primero fueron 18 folios de los que salió mucha información y en el segundo bloque de 15 folios sólo un elemento importante en la que se encontró evidencia de que el Ejército escuchó conversaciones de implicados en los que se señala que llevan a 17 de los jóvenes de barandilla a Loma del Coyote.
En la última entrega de documento que recibieron los padres de los 43 normalistas se les entregaron 15 de los folios que han reclamado y 14 de ellos no fueron relevantes para el caso, sin embargo en uno de ellos se localizan conversaciones no identificadas de intervenciones que hizo el Ejército y en ellas se habla de que en la colonia Jardines del Sol de Iguala existe una fosa con 11 de los estudiantes y otros fueron llevados a la laguna.