Evelyn Salgado, gobernadora del estado de Guerrero, acudió a Palacio Nacional para acordar con el presidente Andrés Manuel López Obrador un plan conjunto de apoyo en su estado, para la construcción de caminos rurales en 21 municipios de la región de La Montaña, así como un plan más, para reforzar la seguridad en el puerto de Acapulco, ante el repunte de la violencia en ese lugar.
A su salida de Palacio Nacional, Salgado aceptó que el incremento de la violencia en Guerrero requiere de un fortalecimiento coordinado entre su administración y el gobierno federal.
“Lo estamos haciendo de mano de todos los sectores, tenemos una buena coordinación con Marina, con Sedena, con Guardia Nacional. Ayer tuvimos una reunión en Acapulco, sesionó la Mesa de Construcción de Paz y vamos a plantear o a replantear la estrategia para el puerto de Acapulco”, dijo la mandataria estatal.
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Agregó que en Guerrero “estamos apostando a atender las causas que originan la violencia, a cubrir todas las zonas, las regiones, los municipios” y subrayó que todo esto es con l finalidad de que niños y jóvenes “no sean rehenes de la delincuencia".
De acuerdo con la estadísticas de seguridad presentadas este jueves en la conferencia matutina presidencial, en Palacio Nacional, Guerrero ocupa el sitio 10, dentro de las 32 entidades de la República, en materia de homicidios, aunque la gobernadora aseguró que Acapulco vive una situación distinta al resto del estado.
También aseguró que respalda la estrategia de “abrazos no balazos” del presidente López Obrador, mientras subrayó que en Guerrero es ella quien toma las decisiones y no sus familiares.
Con respecto al proyecto de apoyo de obra pública, dijo que se trata de 21 municipios que serán beneficiados y con ello se estará haciendo justicia a los pueblos originarios de Guerrero en esa zona.
El miércoles el presidente informó que se destinarán al rededor de mil millones de pesos para estos caminos rurales, producto del ahorro que logró, tras realizar un acuerdo con concesionarios carreteros, para pagarles menos de lo que se tenía estipulado en contratos que, aseguró el presidente, eran muy altos.