Ciudadanos ofrecen una recompensa de hasta 10 mil pesos para dar con el paradero de Oso, un perro que deambula por las calles de Chilpancingo con el hocico amarrado con un cable de cobre y cuya imagen se ha hecho viral en redes sociales.
La fotografía se compartió en redes sociales y generó mucha conmoción y desaprobación por parte de la ciudadanía, dado que en esa imagen se puede observar al can con el hocico amarrado.
Lea también: Habrá cero tolerancia al maltrato animal: Evelyn Salgado
Mari Palacios, quien es activista por los derechos de los animales, señaló que se enteró del caso a través de redes sociales, por lo que inmediatamente inició la búsqueda de Oso, quien en una semana no ha sido localizado.
Vecinos y activistas, se han sumado en apoyo para dar con el paradero del can, buscándolo por las calles y barrancas de colonias ubicadas en los alrededores del Sexto Batallón de Ingenieros de Combate, que se encuentra en la colonia del PRI.
Ante esta situación, un grupo de personas ofreció dinero para apoyar en la búsqueda y que el animal fuera localizado con prontitud, ya que al tener el hocico amarrado, no puede ingerir alimentos ni agua.
La activista recientemente colocó lonas en algunos puntos de la ciudad para agilizar la búsqueda de Oso, así como para recabar datos de los responsables del maltrato animal que sufrió este perro.
Algunas versiones que surgieron sobre este caso, fue que presuntamente, habían sido efectivos de la Guardia Nacional los que habían estado detrás del maltrato que sufrió Oso, aunque esta versión no se ha podido comprobar.
En Chilpancingo, han ido en aumento los casos de maltrato animal y estos han sido evidenciados a través de las redes sociales, con lo que las autoridades han sido prácticamente obligadas a investigar los casos.
Uno de estos últimos hechos y más sonados, ocurrió en mayo del año pasado pasado, y se trato del caso Stich, un perro callejero que fue severamente golpeado por el dueño de una panadería, luego de que el can entrara al local a robara un bolillo.
Este caso se judicializó por primera vez en la historia de Guerrero, y está próximo a lograrse una sentencia que incluso implicaría prisión para la persona acusada.
