El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza reapareció en la escena pública mediante un comunicado en el que perdona a todo los que le han hecho daño, monseñor envió un comunicado que se difundió a través de los medios que él ha utilizado.
En el comunicado el obispo establece que no presentará ninguna acción penal en contra de quienes lo dañaron, pero tampoco informa detalles de qué fue lo que pasó el viernes 27 de abril cuando se perdió comunicación con él y después fue localizado internado en un hospital de Cuernavaca.
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“Siguiendo los principios evangélicos de nuestro Señor Jesucristo, que perdonó a las personas que lo traicionaron, lo vendieron, lo juzgaron, lo torturaron y lo asesinaron, con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquéllos que me han revictimizado producto de la desinformación”.
Agregó que “en ejercicio de mis derechos constitucionales, no presentaré ninguna denuncia contra las personas que tanto mal me han hecho. Y pido a los medios de comunicación me comprendan y respeten mi decisión encaminada al bien de mi seguridad e integridad física y moral”.
Hasta el momento ni Salvador Mendoza ni el Episcopado Mexicano han dado una postura clara en torno a qué fue lo que pasó el día que el obispo desapareció y luego apareció en un hospital de Cuernavaca, el obispo de Chilpancingo, José de Jesús González reveló que tiene golpes en diversas partes del cuerpo y no descarta que la agresión sea una estrategia diseñada desde el gobierno federal.