El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza reveló que, a petición de candidatos de diversos partidos políticos, ya mandó un mensaje a los grupos delictivos que operan en la región de Tierra Caliente para plantearles la posibilidad de tener un diálogo en el que se buscarían acuerdos para que en esta zona se respete el trabajo de los sacerdotes y también que se desarrollen las elecciones en paz, sin embargo, no ha tenido respuesta.
A finales de marzo pasado, el obispo hizo mención de que había dialogado con líderes de grupos criminales para buscar la paz en el estado y dijo que se habían comprometido a respetar a los candidatos.
Ayer, el religioso dijo que el diálogo que busca con los jefes de bandas delincuenciales de Tierra Caliente “es un tema que se trabaja con secrecía, pero que se ha realizado y se sigue realizando, sin otro afán más que lograr estabilidad para la sociedad y que el proceso electoral se desarrolle en paz, como uno de ellos me dijo, que gane el que tenga más votos”.
Además, el Obispo precisó que buscar a jefes de grupos delictivos en la región de Tierra Caliente es una solicitud que le hicieron candidatos de diversos partidos políticos, de los que no podría revelar su nombre porque ello podría echar a perder el trabajo que han avanzado.
"Estoy pidiendo por mis compañeros sacerdotes para que puedan desarrollar su labor pastoral sin problemas y también por mí, porque debido a que soy el encargado de la diócesis de Ciudad Altamirano, contantemente tengo que viajar a la Tierra Caliente".
Se le consultó si estos candidatos que pidieron ayuda no están integrados a la mesa de diálogo que tiene el Gobierno estatal con los partidos políticos y ahí señaló que lamentablemente esa mesa del gobierno es como el club de Toby, porque así como en ese club no dejan entrar más que varones, la mesa del gobernador es un club de amigos donde todos aplauden lo que dice, «me gustaría que ahí hubiera voces discordantes, con las que se puedan realmente establecer diálogos en torno a las diferencias».
El obispo previamente ofreció una misa en el marco de la semana de las comunicaciones globales, ahí pidió a los medios de comunicación no ser amarillistas y dar noticias que fomenten la paz, porque actualmente, indicó, los periódicos priorizan las informaciones sangrientas y no las buenas noticias.
