Con el secuestro de tres autobuses de líneas comerciales, una camioneta del INEGI y un vehículo compacto del gobierno del estado, normalistas de Ayotzinapa concluyeron el bloqueo de más de una hora en la Autopista del Sol.
Durante el bloqueo los estudiantes pararon los camiones de pasajeros provenientes del puerto de Acapulco y cuando se dio por concluida la actividad, normalistas abordaron los camiones ante el asombro de los pasajeros, luego obligaron al chófer a ir a la terminal para que descendieran los usuarios y el camión se fue a las instalaciones de la escuela Normal.
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En cuanto al vehículo compacto fue detenido cuando transitaba por la zona y a pesar de que el conductor trato de lograr acuerdos para que no se lo quitarán los normalistas le dijeron que solo le permitirían bajar sus cosas personales y entregar las llaves.
Demandan justicia
La acción se encuadra en el movimiento que los alumnos de la normal han iniciado para exigir justicia para su compañero Yanqui Ghotan Gómez Peralta, quien fue asesinado de manera extrajudicial por elementos de la policía del estado en un momento retén que tradicionalmente se coloca en la salida de Chilpancingo con rumbo a Tixtla.
Antes, los estudiantes bloquearon de manera intermitente los cuatro carriles de la Autopista del Sol en el punto conocido como El parador del Marqués, hasta ahí llegaron a bordo de seis autobuses de la línea Estrella de Oro que mantienen retenidos en su plantel y utilizan como si fueran propios.
Llegaron directamente hasta el punto y en todo momento estuvieron vigilados por patrullas y camiones llenos de elementos de la Policía Estatal y la Guardia Nacional.
En los discursos que pronunció la dirigencia estudiantil se resaltó el hecho de que inicialmente el Gobierno del Estado trató de criminalizar a los estudiantes señalando que fueron ellos quienes dispararon a la policía, pero hoy se ha dado cuenta de que en realidad fueron los policías quienes agredieron a los estudiantes.
La muerte del estudiante ocurrió el pasado jueves alrededor de las 8 de la noche y ese mismo día los estudiantes bajaron a la capital y quemaron dos patrullas de la policía del estado, el sábado por la noche en la ciudad de Tixtla los normalistas desarmaron a elementos de la Guardia Nacional, les quitaron dos patrullas que también fueron incendiadas, por ello se especulaba que este día la manifestación en Chilpancingo podía ser violenta, algo que hasta el momento no ha ocurrido.
Los normalistas que participan en el bloqueo todos estuvieron con el rostro cubierto y la mayoría lleva mochilas en la espalda por lo que no se descartaba la posibilidad de que trajeran consigo petardos para atacar algún edificio de gobierno.
Cabe señalar que el domingo un grupo de normalistas se reunió de manera informal en las gradas de un centro comercial con el secretario general de gobierno Ludwig Marcial Reynoso Núñez y con el director de gobernación Francisco Rodríguez Cisneros, con quienes hicieron acuerdos de mantener mesas de trabajo para atender las demandas y que no hubiera hechos violentos, sin embargo la base estudiantil ha rechazado aceptar esos acuerdos cupulares y decidieron salir a manifestarse con la única exigencia de justicia para su compañero.
La muerte del normalista ha generado que Chilpancingo se encuentre semiparalizado en su actividad cotidiana porque los edificios públicos se encuentran convertidos en búnkers por la protección que se les ha puesto por parte de la Guardia Nacional que colocó enormes bloques de concreto y vallas metálicas de 3 metros para impedir que espacios como el palacio de Gobierno el edificio Juan Álvarez de la fiscalía sean atacados por los estudiantes
Cabe resaltar que este lunes el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia mañanera se refirió a este caso y dio la razón a los normalistas, confirmó que los peritajes demuestran que no dispararon armas de fuego y ofreció que habrá justicia para ellos y los criminales que los asesinaron refiriéndose a los Policías del Estado serán castigados
Familia no confía que haya justicia
A pesar de que la investigación por el asesinato de un normalista de Ayotzinapa haya sido atraída por la Fiscalía General de la República y que el presidente, Andrés Manuel López Obrador haya anunciado que el caso no quedará en la impunidad, la familia de la víctima considero que no confiará en que habrá justicia hasta que haya acciones contundentes y un juicio correcto.
A nombre de la familia el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio explicó que en este momento se tiene que hacer un trabajo para descriminalizar al estudiante al que se acusó de traer drogas y disparar a los policías, “los funcionarios del gobierno se apresuraron a declarar cuando aún no tenían certeza de las cosas”.
El padre Filiberto Velázquez quien representa legalmente a las la familia de la víctima señaló que en tanto no se tengan actuaciones claras y haya una sentencia para el agresor no confían en poder acceder a la justicia.
El sacerdote acudió este lunes a las instalaciones de la delegación Estatal de la Fiscalía General de la República para solicitar información en torno a la investigación que se está realizando por el homicidio extrajudicial de un estudiante de la normal de Ayotzinapa a manos de policías del estado en el retén que tradicionalmente se instala en la salida de la carretera Chilpancingo -Tixtla en el punto conocido como el hotel Petatlán.
A su salida el padre explicó que aún están en el proceso administrativo de transferencia del caso de la Fiscalía local a la federal, además estableció que no se podrán revelar más datos de la indagatoria para guardar el debido proceso penal que se sigue a los policías que dispararon al normalistas.