Luego de celebrar este domingo una misa de despedida del padre Vital Alonso Flores en el Seminario Diocesano de la Inmaculada en Chilapa, Monseñor Salvador Rangel Mendoza, aclaró que su Santidad el Papa Francisco lo nombró Administrador Apostólico, cargo de mayor autoridad que un obispo dentro de la iglesia católica.
“Ahora sí tengo la autoridad vicaria del Papa, más que un Obispo, así que ni se pongan al brinco”, dijo el obispo Rangel Mendoza al tiempo que indicó que su sucesor, también franciscano, José de Jesús González Hernández, quien hasta el 11 de febrero fuera Obispo de la Prelatura de Jesús María en el estado de Nayarit, viene de un lugar donde "también hay una situación muy difícil de inseguridad. A Monseñor Chuy ya lo balearon y acaban de matar a un sacerdote, así que está curtido en esas cosas”, refirió el administrador Apostólico de Chilapa.
El relevo
De acuerdo con Monseñor Rangel, su sucesor monseñor José de Jesús González Hernández llegaría posiblemente el 20 de abril, en la semana de Pascua, para tomar posesión al frente de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa y posiblemente la ceremonia de posesión se lleve a cabo en la emblemática catedral de Chilapa.
Pidió a los sacerdotes ya no pedir por él en las celebraciones eucarísticas y sólo mencionar al Papa, pues así marcan las normas, mientras tanto continuará con sus compromisos adquiridos hasta la fecha en que tome posesión su sucesor.
"Como burro sin leña"
Al término de la celebración eucarística y luego de dar algunos detalles sobre su nueva encomienda, dijo sentirse muy contento tras su renuncia y su relevo en la Diócesis de Chilapa. "Me dicen por ahí que cómo me siento, me siento contento, alegre, como cuando el burro va cargando la leña y le quitan la carga y se echa a retozar".
Llevó paz dialogando con criminales
Monseñor Salvador Rangel ha sido figura polémica a nivel nacional e internacional por fungir como mediador entre grupos delincuenciales que operan en Guerrero y las autoridades civiles, así como por defender los derechos humanos de habitantes de las comunidades más necesitadas.
Fue en el año 2018 cuando uno de los líderes de las llamadas autodefensas acusó a Monseñor Rangel de tener nexos con narcotraficantes y fue amenazado con secuestrarlo. Ante ello, el obispo dijo que fue por defender los derechos humanos de cinco comunidades de la sierra de Leonardo Bravo (Chichihualco), que habían sido tomadas por sujetos armados que desplazaron a la población.
"Yo fui a ver a los desplazados, vi mujeres embarazadas, muchas señoras cargando a sus niños y vi ancianos, y eso no se me parece justo. Ellos (los sujetos armados) son los que se tienen que retirar de ahí, volver a sus lugares y dejarle la vigilancia a la autoridad”.
Al hablar de su labor pastoral, el Obispo ha aceptado haber dialogado con personas dedicadas al narcotráfico, con el fin de pactar acuerdos para disminuir la violencia en el estado, comentó.