Ella, no pudo escuchar las tandas de aplausos que el personal médico del Hospital Vicente Guerrero de Acapulco dedicó para homenajearla por donar sus órganos.
Se trata de una mujer anónima. De 35 años de edad, a quien probablemente, algún un día, alguien le dijo que a su edad, tenía toda una vida por delante en su natal Chilapa.
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Lo cierto es, como dicen muchos, que la vida no se tiene comprada y que un accidente de moto terminaría arrebatándole la vida.
Muerte por traumatismo craneoencefálico, fue la causa de muerte que el médico determinó.
No todo quedó ahí, ella tampoco sabrá que en el momento exacto, su familia autorizó la donación de órganos, por lo que su vida salvará otras tres vidas.
Sus órganos fueron llevados a 263 kilómetros de distancia, donde dos personas en la Ciudad de México, necesitaban de riñones y de un corazón.
Un héroe lo puede ser cualquiera, basta con ser un donador voluntario.
