Más de 40 escuelas cerradas por la violencia en Petatlán

La suspensión de las actividades escolares se dio a raíz del choque entre elementos de la Secretaría del Estado y vecinos de la comunidad El Parotal

Celso Castro | El Sol de Acapulco

  · viernes 3 de febrero de 2023

Policías estatales dan vigilancia en El Parotal./ Foto: @SSP

Habitantes de comunidades de la parte alta de la sierra del municipio de Petatlán, aseguran que son más de 40 escuelas de preescolar, primaria y telesecundarias que cumplen una semana sin clases debido a la violencia que protagonizan civiles armados.

La suspensión de las actividades escolares se dio a raíz del choque entre elementos de la Secretaría del Estado y vecinos de la comunidad El Parotal, municipio de Petatlán, donde un comandante y un policía fueron abatidos, así como tres personas que fueron identificadas como presuntos integrantes de un grupo criminal.

A pesar de que este lunes en el sitio existe la presencia de militares, Guardia Nacional, policías estatales y de la Fiscalía General del Estado, los vecinos de El Parotal, aseguraron que no se ha cumplido con garantizar su seguridad y por eso no hay condiciones de reanudar el calendario escolar.

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La misma situación se reporta en los poblados Loma Baya, La Calera de Santa Lucía y El Manguito, al que se le sumó Coyuquilla Norte, pertenecientes al municipio de Petatlán, que han estado bajo la mira de los grupos criminales, con ataques sorpresivos, como ocurrió en este último lugar que dejó un saldo de un muerto y cuatro heridos, apenas este jueves.

Policías fueron retenidos casi 24 hora en El Parotal. / Foto: Cortesía | @SSPGro

En la zona es de constante tensión y vigilan los accesos ante el riesgo de ser atacados, pues aquí la presencia de las autoridades policíacas no es permanente, solo observan en ocasiones vuelos de reconocimiento de helicópteros de la Marina, Armada de México y de la Policía Estatal.

Se aseguró que existen más comunidades en donde también las escuelas están cerradas, porque los padres de familia tomaron la decisión de no llevar a sus hijos por temor a la incursión de los grupos antagónicos que tienen presencia en la región de la Costa Grande de Guerrero.