Más de 250 cabezas de ganado han sido reportadas como pérdidas totales en el municipio de Benito Juárez, en la región de la Costa Grande de Guerrero, a causa del huracán John. El sector ganadero ha sido uno de los más gravemente afectados, con daños incuantificables que han dejado a muchos ganaderos en situación crítica.
En un recorrido por los caminos de sacacosecha inundados y los potreros de la comunidad del Tercer Arenal, se pudo constatar la magnitud del desastre. Cientos de reses murieron ahogadas, sus cuerpos quedaron atrapados entre alambres de púas o dispersos por los campos, donde aves carroñeras como los zopilotes ya se están aprovechando de los cadáveres. La escena ha sido desgarradora para los ganaderos, quienes ven cómo su patrimonio de años de trabajo ha quedado reducido a escombros sin que, hasta el momento, hayan recibido apoyo por parte de las autoridades.
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Los ganaderos afectados expresaron que en décadas de dedicarse a esta labor, nunca habían presenciado un desastre de esta magnitud. Además de las pérdidas directas del ganado, temen que este golpe también afecte empleos relacionados, como los de vaqueros y ordeñadores, así como la producción de leche y sus derivados, lo que repercutirá negativamente en la economía local.
Aunado a esto, los pocos animales que lograron sobrevivir necesitan tratamiento médico, lo que implica una inversión adicional en un momento en que la mayoría de los ganaderos se encuentra devastado y sin recursos.
La comunidad espera con urgencia que las autoridades estatales y federales acudan al municipio para ofrecer algún tipo de ayuda o al menos esperanza en medio de esta catástrofe.