Pobladores de los municipios de Taxco, Tepecoacuilco, Huitzuco, Cocula y Teloloapan de la región norte de Guerrero, marcharon en Iguala para demandar la intervención del Congreso del estado a fin de que la Secretaría de Bienestar mantenga el subsidio para 325 estancias infantiles.
Unas 300 personas, entre trabajadoras y administradoras de las estancias infantiles, padres de familia, y niños, participaron en la caminata que partió con rumbo a la plaza de las Tres Garantías donde se llevó a cabo una sesión para conmemorar el aniversario de la instalación del Primer Congreso Constituyente de Guerrero.
Los inconformes, que salieron de tres puntos de Iguala, exigieron que el subsidio continúe y pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador mantenga el apoyo para los 325 espacios en el estado que ayuda a las madres trabajadoras.
Lo anterior debido a que es imposible sostener los gastos por lo que podrían cerrar en marzo, porque ya no tienen dinero para operar en febrero, ni tampoco se ha pagado los salarios a las maestras.
Los inconformes indicaron que son más de 11 mil niños guerrerenses los que resultarían afectados al quedarse sin Estancias y muchos de sus padres tendrían que dejar de trabajar para poder cuidarlos.
Asimismo, se informó que las autoridades les ofrecieron una reunión con diputados locales encabezados por el presidente de la Junta de Coordinación Política, Antonio Helguera Jiménez.
Este martes, unos 100 beneficiarios del Programa de Estancias Infantiles del Gobierno Federal, entre madres de familia y administradoras de las estancias infantiles, marcharon desde el zócalo de Chilpancingo hasta el Palacio Legislativo donde demandaron que se asigne presupuesto para que este apoyo continúe.
El programa inició el 11 de enero del 2007, a iniciativa del gobierno de Felipe Calderón bajo el nombre de "Guarderías y Estancias Infantiles para apoyar a madres trabajadoras", luego de la Encuesta Nacional de Familia y Vulnerabilidad que arrojó que el 59 por ciento de las mujeres de entre las edades de 20 a 30 años no podían trabajar porque no tenían dónde dejar a sus hijos.