A escasos días de la celebración de la Nochebuena y Navidad, decenas de comerciantes del Mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, siguen sin ver la luz y aún con la sombra de los estragos causados por el Covid-19 y la pérdida de las tradiciones continúan con las bajas ventas de sus productos.
“Desde ahí empezó todo, porque no se ha recuperado económicamente la gente”, comenta.
Este es el caso de Doña Lucía, quien en esta temporada del año vende pijamas, mamelucos y figuras de yeso para el nacimiento, principalmente.
Ella, junto con otros vendedores de artículos de temporada empezó la venta de sus productos a principios de diciembre, pero hasta el momento no ven indicios de que las ventas puedan mejorar.
Dice que la ventas han bajado bastante desde que inició la pandemia y que a eso se suma cuestiones como la inflación, con lo que sus productos subieron de precios.
A la par de las bajas ventas, Doña Lucía observa que la población en general ha ido perdiendo las tradiciones y que por lo caro de todos los productos de primera necesidad, los compradores se abocan a lo prioritario que en algo secundario.
La ropa que vende Lucía tiene un rango de precio de los 35 a los 80 pesos, y en el caso de las figuras para el nacimiento pueden llegar desde los 25 pesos hasta los 200.
Una persona que adquiere varias cosas, puede dejar en el negocio de Lucía hasta 250 pesos, lo que ella considera como una cifra baja en comparación con tiendas departamentales, o puestos más grandes.
Mientras atiende su puesto, espera que en los próximos días la situación pueda tomar otra camino y que sean buenas como en otros años.