El propio secretario de Seguridad Pública Omar García Harfuch ha reconocido la existencia de un grupo criminal que opera en diversos municipios de Guerrero y tiene como su base principal un pequeño pueblo del municipio de Quechultenango llamado Tlanicuilulco, Los Ardillos mismo al que se le han atribuido la generación de violencia en las últimas semanas en la zona centro del estado.
Este grupo fue creado alrededor de la década de los 80 por Celso Ortega Rosas, a quien apodaban “La Ardilla”, de ahí que a sus hijos Bernardo, Celso, Antonio y Jorge Iván se les conoce como “los Ardillos” y tres de ellos han seguido el legado de su progenitor, en el caso de Bernardo quien está dedicado a la política no niega sus vínculos familiares pero asegura que no tiene ninguna relación con sus hermanos.
De acuerdo con lo que se conoce de este grupo liderado por Celso Ortega Rosas fue colaborador del cartel que lideraron los hermanos Beltrán Leyva, cuando éste fue desintegrado inició una guerra con el grupo de Los Rojos por el control de municipios en la zona centro de Guerrero especialmente Chilpancingo, Tixtla y Chilapa.
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En Chilapa a mediados de noviembre del 2015 un grupo de supuestos policías comunitarios de diversas localidades irrumpieron en la cabecera municipal y se llevaron a por lo menos 30 personas de las que nunca se volvió a saber nada.
Con esta irrupción fue desplazado el grupo Los Rojos que hasta ese momento operaba en la región comandado por Zenén Nava.
Aunque los voceros aseguraron que se trató de una acción de comisarios de diversas localidades para exigir seguridad y que cesaran crímenes, se presume que muchos de los que se llevaron eran parte del grupo delincuencial local y los desplazaron para que se instalaran los Ardillos que actualmente son quienes controlan esta zona del estado.
En el 202 una noticia conmocionó a la población de Guerrero por el asesinato de 10 miembros de una agrupación musical a los que tras matarlos les prendieron fuego, y de esto se señaló a la organización criminal aunque nunca se esclareció el caso.
Recientemente a miembros de esta organización criminal se le adjudica el asesinato del alcalde de Chilpancingo Alejandro Arcos Catalán, también la muerte de 11 personas y desaparición de otros 6 comerciantes originarios de la comunidad de Chautipan, y otros tres cadáveres que fueron dejados frente a las oficinas de la FGR en Chilpancingo.
Otros crímenes llamativos que se han adjudicado a este grupo criminal fue el delegado de la FGR Fernando García Fernández ocurrido en noviembre del 2023, al dirigente de Anrtorcha Campesina, Conrado Hernández, su esposa y su hijo en abril del 2023.
También a una docena de transportistas de Chilpancingo en el 2023 cuando disputaban rutas del transporte con sus adversarios conocidos como Los Tlacos.
Los Ardillos y los Tlacos pactaron una tregua promovida por la iglesia católica y durante meses se tuvo una situación de mucha tranquilidad que se vino a romper hasta el asesinato de Alejandro Arcos.
Actualmente los Ardillos tiene el control de parte del municipio de Chilpancingo, y toda la zona del río Azul que comprende Mochitlán y Quechultenango, también operan en la montaña baja donde controlan municipios como Chilapa, Ahuacotzingo, José Joaquín de Herrera, Atixtac. Y otros hasta Tlapa.
En la región centro también controlan Tierra Colorada y parte de la zona costera donde se encuentran municipios como Ayutla San Marcos y otros donde opera con alianza que hizo con grupos de policías comunitarias.
