TLAPA, GRO.- Trece días tiene en que iniciaron los desalojos del primer cuadro de la ciudad de Tlapa, donde comerciantes semifijos constantemente han cerrado las calles Hidalgo y Guerrero e insisten que sean reinstalados del lugar que ocupaban, mismos que crean un caos vial.
Eran 350 los comerciantes semifijos que durante los últimos 20 años invadían las calles del centro de Tlapa, y el transporte era muy lento, hasta que el pasado 28 de enero, atropellaron a una persona que caminaba por dichos espacios estrechos para el peatón.
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El 30 de enero, la autoridad municipal encabezada por el alcalde Gilberto Solano Arreaga, procedió a limpiar las calles y a cambio les ofreció ubicarlos en el río Jale, propuesta que cumplió el 31 del mismo mes.
A los reubicados se les niveló el lugar del río Jale y todos los días les mandan las pipas que rocían agua para que no se levante el polvo, e incluso a través de los medios locales se invita a la población para que les compren los productos que ofrecen.
Sin embargo, más de medio centenar de los comerciantes desalojados volvieron a cerrar las principales calles del Centro, mismos que han provocado un caos vial. Asimismo, exigen diálogo con la autoridad local y que han sido atendidos por el secretario General Joaquín Álvarez Alonso, quien ha insistido que la reubicación nada va a cambiar y que cuando se agoten las instancias legales, aplicarán la Ley de Mercados y el Bando de Policía y Buen Gobierno.
El pasado viernes 9 de febrero, los comerciantes agredieron a una mujer policía cuando trató de llamarles la atención para que liberaran las calles. Este hecho provocó que por la noche los integrantes del Cabildo, encabezados por el secretario General, Joaquín Álvarez Alonso, junto con los representantes del centro de Tlapa, a través de redes sociales hicieron un llamado a la ciudadanía tlapaneca para que ayuden a que sigan libres las calles, y que la autoridad local ratificó su compromiso de aplicar la ley.
Con pancartas, los comerciantes dicen que tienen hambre y piden diálogo con la autoridad municipal para que les autorice utilizar la calle Fonseca para sus ventas.
Finalmente advierten que seguirán con sus protestas hasta que se les autorice una de las calles del Centro para sus ventas, mientras que la mayoría venden sin problema en el río Jale donde fueron reubicados.