La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero cuenta con leyes que en lugar de proteger a los policías, los castiga, calla y silencia, debido a que tan solo el consultar por el pago de viáticos, puede causar represalias que los mandos lo consideran insubordinación y les aplican castigos.
En enero, el gobierno del estado, retrasó nueve días el pago de viáticos a cerca de cinco mil elementos de la policía estatal, quienes hasta el pasado lunes recibieron los recursos que deberían haberse entregado el día primero de enero, a pesar de ello los uniformados tienen prohibido inconformarse, manifestarse o exigir la prestación.
Elementos de la policía, de manera anónima, han realizado denuncias y circulado documentos a través de redes sociales para demandar el pago puntual de sus prestaciones, puesto que el simple hecho de acudir a preguntar en las áreas administrativas la fecha en que se les entregarán los viáticos, es motivo de represalias y de inmediato a estos los envían a sitios peligrosos y lejanos como la Sierra o la tierra Caliente.
Los uniformados han sido enfáticos en las condiciones inadecuadas en que están prestando servicio a la población, en primer lugar, el hecho de que sus viáticos se les retrasen les genera un serio problema porque no se trata de un estímulo o beneficio extraordinario, sino de un recurso que se utiliza para solventar los gastos del propio servicio, como lo es su alimentación, gastos de traslado e incluso adquisición de uniformes, porque los que les entregan son insuficientes y de mala calidad.
En este momento por ejemplo el gobierno del estado no ha entregado el bono del día del policía que tradicionalmente se les entrega antes del 8 de enero que es cuando se conmemora el día festivo, además este año no hubo ningún festejo, desayuno o rifas de regalos como se hacía en los gobiernos priistas y perredistas.
"En su último año, Astudillo anunció que no rifaría carros, que entregaría el efectivo y se hicieron premios de hasta 300 mil pesos de 200 mil y de 50 mil, que para muchos compañeros fueron de mucha ayuda para saldar deudas, arreglar sus casas y cosas por el estilo, pero actualmente no hay ningún apoyo de este tipo", indicó un elemento de la corporación.
Violación a la Ley
De acuerdo con los uniformados, los policías no pueden ser parte de un sindicato, no tienen derecho a manifestarse, ni alzar la voz de ninguna manera porque se considera que se viola el artículo 68 de la ley del Sistema de Seguridad Pública del Estado de Guerrero, en su numeral XVII, que señala que los elementos de la policía estatal deben "cumplir y hacer cumplir con diligencia las órdenes que reciba con motivo del desempeño de sus funciones, evitando todo acto u omisión que produzca deficiencia en su cumplimiento, siempre y cuando no sean contrarias a derecho".
El mismo artículo en su numeral XVIII establece que los policías deben "Fomentar la disciplina, responsabilidad, decisión, integridad, espíritu de cuerpo y profesionalismo, en sí mismo y en el personal bajo su mando", asimismo en el apartado XXVI, los obliga a "Abstenerse de realizar conductas que desacrediten su persona o la imagen de las instituciones de seguridad pública, dentro o fuera del servicio", por lo que basado en estos preceptos es que se considera que una manifestación o incluso una declaración mediática afecta a la institución y pueden ser despedidos de su trabajo.
Sin uniformes
En lo que va de la actual administración del gobierno morenista de Evelyn salgado Pineda, la mayoría de los policías del estado no han recibido ninguna dotación de uniformes, sólo una parte de los elementos destacamentados en la región centro fueron abastecidos con u n uniforme completo, a pesar de que normalmente se es deben entregar al menos dos uniformes por año.
Un uniforme completo de policía en el mercado informal tiene un costo de aproximadamente tres mil pesos incluyendo botas, camisola, pantalón y fornituras, mismos que los policías compran disponiendo para ello parte de sus viáticos que actualmente es de 250 pesos diarios y con ellos deben pagar su alimentación, y traslados de sus domicilios a las zonas donde se encuentren asignados, es decir por ejemplo un policía que es de Acapulco, pero lo trasladaron a la Montaña, él tiene que pagar para llegar al cuartel y ya en el servicio se traslada en la patrulla.