A pesar que en diciembre de 2022, la Cámara de Diputados Federal votó a favor la prohibición de vender comida chatarra a los alumnos de escuelas públicas y privadas de educación básica, en los hechos es letra muerta en Guerrero.
El secretario general de la Agrupación de Padres y Tutores por la Educación del Estado de Guerrero, Fernando Díaz Ángeles, lamentó que la entidad ocupe el segundo lugar en sobrepeso de alumnos de preescolar, primaria y secundaria, por permitir que se siga tolerando que se consuman productos chatarra en la dieta de los escolapios.
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Recordó que el pleno modificó el Artículo 12, Fracción XI Bis, de la Ley General de Educación para que la autoridad educativa federal, en colaboración con la Secretaría de Salud, tuvieran la atribución de prohibir la venta y distribución de productos con alto nivel calórico y bajo contendido nutricional en los centros escolares públicos y privados del país.
Sin embargo, no se respeta en las cooperativas por lo que se siguen expendiendo desde refrescos, frituras y todo tipo de golosinas afuera de los planteles escolares sin ningún problema y a la vista de todos, dijo Díaz Ángeles.
En este caso, refirió que lo que se aprobó por las diputadas y diputados, es que los directivos y autoridades escolares fueran los encargados de la aplicación y vigilancia de esta reforma al interior de las escuelas, y autoridades educativas y sanitarias vigilarán y sancionarán en el ámbito de sus competencias el incumplimiento de estas disposiciones en los Estados.
Pero en los hechos esto no ocurre, al menos en Guerrero, sigue siendo un problema de salud para las niñas y niños, que son los que están padeciendo con el tema del sobrepeso, que a la larga deriva en enfermedades graves como la diabetes y la hipertensión.