Para Renato Prieto y Aguado, las risas son el mejor antídoto que existe contra la violencia, los problemas económicos y para quitarse el miedo de la película de terror llamada Covid-19, como él la nombra.
Renato es un personaje creado por Raúl Salinas Bermúdez (49 años), un tamaulipeco que se asume como chilpancingueño, y que desde hace por lo menos 24 años, da alegrías a los capitalinos.
Junto con otros payasos se han ganado un espacio en el centro de la ciudad , entre el quiosco y la entrada principal de la Catedral de Santa Maria de la Asunción.
El lugar ya es simbólico para los chilpancingueños por el show que realizan a diario estos artistas a cambio de unas monedas y aplausos.
Con tanto maquillaje es imposible reconocer a Raúl Salinas, quien da vida a Renato, un personaje inspirado en partes a su padre, pero guardando otro enfoque, un toque un tanto “descarado y atrevido”, como él lo describe. Mide menos de 1,60 centímetros y tiene más arrugas que canas.
Le toma de una hora y media a dos horas para caracterizarse, y poder estar a las 17 horas anunciando el inicio del show.
El público pasa de menos a más, cuando inician los primeros chistes. Básicamente su show se basa en dinámicas con los niños y niñas, así como en utilizar el doble sentido de las palabras con los adultos.
El espectáculo tiene una duración aproximada de una hora, en la que en un punto medio se piden las aportaciones del público. Hay quienes cuando inician la colecta, simplemente se levantan de sus asientos y se marchan.
En todos esos años que llevaban trabajando, Raúl sostiene que la ciudad ha cambiado por lo menos en los últimos diez años en forma dramática, principalmente en el tema de la violencia, también en que no ha habido cambios sustanciales en el desarrollo, con una economía que se ha mantenido estancada.
También, manifiesta que en los últimos años, se ha dado mucho un fenómeno en la sociedad, y es que aún con los cambios que se han dado y que han permitido entre los chilpancingueños una aparente visión más abierta de las cosas, ahora se vive un retroceder porque no se pueden hacer chistes o bromas ante el hecho de que varios sectores de la población tienden a hacer susceptibles a varios temas, como en el tema relacionado con la sexualidad y diversidad.
Raúl sostiene que Renato le ha dado todo lo que tiene, un hogar y estudios para sus hijos, no aspira a riquezas y cuando se le pregunta sobre si cuenta con seguridad social, él asegura que en la vida lo único seguro es la muerte.
Al final de una jornada de trabajo, el asumir que antes de iniciar se debe llegar con una sonrisa y en forma positiva, y concluir sacudiéndose las malas vibraciones que recibe de cada una de las personas, a las que sacó una carcajada y hasta lágrimas por la risa.
En Chilpancingo, encontré un fin para la vagancia y las giras “ambristicas” como él las llama, en vez de artísticas.