“Ahora sí se puso muy cabrón, hay enfermos por todos lados, mis vecinos, mis primos y mucha gente que conocía ya murió”, fue el comentario de don Víctor un taxista que a pesar del color rojo en el semáforo de alerta epidemiológica, sale todos los días a trabajar en un taxi y como rutina se forma en la larga fila de transporte público que espera clientes en la tienda Aurrerá Sur.
El chofer indicó que durante el fin de semana la actividad en la ciudad prácticamente estuvo detenida, las calles muy solas, los centros nocturnos cerrados y los únicos lugares donde se ve movimiento es en los hospitales y farmacias.
Indicó que los taxistas hacen largas filas esperando en las tiendas comerciales porque es de los pocos sitios que tiene actividad y lamentablemente los horarios están restringidos y el flujo de personas en el interior también.
“Hacemos cola para esperar un cliente, y es la única oportunidad que tenemos para poder obtener algo para llevar a nuestras casas, porque las escuelas siguen sin clases, en el gobierno no hay actividades y muy poca gente ocupa taxi”.
Por las restricciones a las que obliga el semáforo epidemiológico en color rojo las tiendas departamentales han tenido que disminuir la capacidad de personas que reciben en el interior, sólo permite el acceso de una persona por familia, dentro de la tienda los empleados recorren los pasillos pidiendo que se guarde la sana distancia y que se mantenga el uso de cubrebocas.
La restricción obliga que los clientes tengan que esperar hasta una hora para poder ingresar al autoservicio y les sugieren hacer las compras los más rápido posible para que no se sature en el interior.
De acuerdo con las cifras del secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, en las últimas 24 horas se han confirmado 381 nuevos contagios de Covid-19, con lo que la entidad llegó a los 60 mil 659 casos.