En la región de la Costa Grande se sitúa un rincón cultural y de historia que da fe del paso de nuestros antepasados por el litoral de Ixtapa-Zihuatanejo y otros municipios del estado de Guerrero.
Es la Zona Arqueológica Soledad de Maciel, conocida coloquialmente como “La Chole”, pertenece al municipio de Petatlán; este recinto alberga una pirámide, una cancha de juego de pelota y vestigios concentrados en el museo.
El sitio recibió el nombre por el poblado aledaño, donde fueron descubiertos monolitos en la primera mitad del siglo XX. Recientemente, en las excavaciones sistemáticas realizadas en el Juego de Pelota en el año 2009, fue develado su nombre original cuando se localizó un grabado identificado en las fuentes del siglo XVI como el topónimo de “Xihuacan”. Este es un vocablo náhuatl que significa “los que poseen la turquesa” o “los que poseen los años”.
Fue uno de los principales centros religiosos Cuitlatecas en la planicie costera del Estado de Guerrero, área que fue conocida como “Lugar de los señoríos cutlatecas” o Cuitlatecapan, este grupo étnico habitó la región desde el año 2500 a.C. manteniendo una larga ocupación hasta el siglo XVI.
Las excavaciones arqueológicas mostraron que la construcción del centro ceremonial implicó una gran campaña constructiva para la nivelación del terreno en un área de 29 hectáreas, sobre esta se colocaron cuatro edificios masivos, entre estos el Montículo B con adobes y acorazados en barro cocido.
Estas estructuras delimitan una plaza que se asocia al norte con el área palaciega, el Juego de Pelota y con la falda sur del “Cerro de los Brujos”, integrando el lugar ancestral de la primera ocupación al centro religioso. La planificación urbana involucró referencias astronómicas como el planeta Venus, el Sol y la Estrella del Norte.
El colapso de Xihuacan sucedió hacia el año 1350 d.C., tras un fenómeno meteorológico que inundó el conjunto provocando con ello el abandonó paulatino del asentamiento.
La zona arqueológica fue descubierta en la década de los treinta del siglo pasado y excavado recientemente a partir del año de 2008, bajo la dirección del arqueólogo Rodolfo Lobato Rodríguez, centrando la atención en el Juego de Pelota y el Montículo B, además de trabajos de mapeo arqueológico.
El sitio arqueológico se ubica a 8 kilómetro hacia al oeste de Petatlán y a 25 kilómetro al oriente de Zihuatanejo de Azueta. Se accede por la Carretera Federal 200 Acapulco-Zihuatanejo.
Prácticamente durante todo el año arriba una importante cantidad de turismo, sobre todo procedente de Estados Unidos y de Canadá.