Jubilados y pensionados del gobierno del estado que cotizaron al ISSSPEG denunciaron que del mes de julio sólo les pagaron la mitad de la mesada que por ley les corresponde, bajo el argumento de que no hay dinero, porque los Ayuntamientos no han pagado las cuotas obrero patronales.
Escolástica Ávila Álvarez, quien es secretaria de conflictos de una organización de jubilados que agrupa a 4 mil 200 ex trabajadores del gobierno estatal, denunció que tan sólo del Ayuntamiento de Acapulco se han acumulado 81 millones de pesos en deuda por el retraso de pagos en la administración de la actual presidenta Adela Román Ocampo.
De otros municipios como Taxco y Chilpancingo, la deuda supera los 25 millones en cada uno, otros como Tixtla, Iguala, tiene adeudos de menos millones, pero también se han retrasado en los pagos.
Resaltó que el retraso en el pago de las pensiones pone en riesgo la propia vida de los jubilados, pues la mayoría son personas de avanzada edad que utilizan el dinero para alimentarse y comprar medicamentos, mismos que en este momento no pueden adquirir porque sólo les dieron la mitad de su pago.
“Tenemos compañeros que perciben 3 mil pesos mensuales, y en este mes de julio sólo recibieron mil 500, entonces yo le pido a la presidenta Adela Román que imagine a una persona enferma sobreviviendo con 50 pesos diarios”.
Dijo que todo el año el gobernador ha entregado puntualmente las cuotas obrero patronal, que son de entre 18 y 20 millones de pesos, sin embargo este mes de julio las condiciones bajan porque el estado paga quincenas, retroactivos, bonos y primas vacacionales y se olvida de los jubilados que no han recibido su mesada.
“El problema no sería grave si los ayuntamientos pagaran puntualmente sus cuotas, pues tan sólo del os meses que tiene los actuales presidentes ya se ha acumulado un adeudo de más de 200 millones de pesos, además de la deuda histórica que es mucho más grande”.
“Las personas jubiladas tenemos que ser consideradas como un grupo vulnerable, porque ya entregamos toda la fuerza laboral y ahora que tenemos derecho a vivir tranquilos, a disfrutar del descanso sin preocuparnos por la parte económica nos resulta más complicado porque todo el tiempo tenemos la incertidumbre de si nos van a pagar completo o tenemos que empeñar nuestras pocas pertenencias”.