El biólogo Alejandro Lira Moreno presentará en diciembre próximo en Chile un estudio del paisaje sonoro en Chilpancingo, el cual busca analizar y conocer la configuración de la identidad de la ciudad y la percepción entres sus habitantes.
Lira lleva dos años haciendo este estudio para titularse en la Maestría que cursa en el Centro de Investigación y Posgrado en Estudios Socioterritoriales (CIPES) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
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Comentó que primero se hizo una revisión para determinar la zona de estudio, y esto se definió por la importancia y antigüedad del centro histórico de Chilpancingo, que ha sido testigo del crecimiento de la ciudad desde 1824.
Dijo que los primeros resultados que ha arrojado este estudio es que la población que ha sido consultada a través de encuestas y entrevistas concibe el zócalo como un espacio comercial o de esparcimiento dependiendo del horario.
Los sonidos más antiguos en el zócalo son emitidos por las campanas antiguas de la Catedral de Santa María de la Asunción, y de los recientes, con los sonidos que se emiten del show de payasos.
En esta misma categoría se encuentran los sonidos de automóviles y motociclistas que irrumpen en el primer cuadro de la ciudad.
De acuerdo con Lira Moreno, el estudio busca no solo realizar un monitoreo del sonido que caracteriza a determinado espacio, sino conocer que hay detrás de los mismos.
Puso como ejemplo el tema de lo ruidoso que son los escapes de algunas motocicletas, que podría reflejar el descuido institucional en cuanto a la política publica de bienestar y los reglamentos de tránsito.
Indicó que para este estudio se aplicaron 170 encuestas y entrevistas a unas 145 personas, entre estas a algunas que han vivido los últimos 50 años en Chilpancingo, además se utilizó un sonómetro para hacer mediciones.
Lira comentó que se han identificado “marcas acústicas”, que son sonidos que constantemente se encuentran en el lugar de estudio, y que estos son el sonido de las aves, las campas y personas caminando.
Agregó que también se encontró a pregones, que son parte de la cultura de lo chilpancingueños, principalmente a Alfredo Martínez Barbosa, mejor conocido como “Don Pay de Queso”.
Mencionó que en su momento se buscará proponer a las autoridades cómo a raíz de este estudio se pueden abordar algunas cuestiones relacionadas con el ruido ambiental, que al menos en la legislación local es considerada como un problema.