Ciudadanos japoneses que visitaron Chilpancingo elogiaron la tradición de la Rosca de Reyes; “sabol lico, muy dulce”, expresó en su poco español, Soma Oka, quien vino a Chilpancingo a explorar terrenos para instalar un restaurante de comida tradicional de su país y paseando por el Zócalo de la capital pasó por la feria de las roscas.
El japonés comentó que ha visitado México en muchas ocasiones y el año pasado estuvo aquí y también partió la tradicional rosca de Reyes, “tuve que pagal tamales y atole, pol el Niño Dios que salió en la losca”.
Resaltó que en su país no se tiene una tradición similar porque en Japón predomina la religión budista y no el cristianismo cómo ocurre en México.
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En Chilpancingo este año fue la segunda ocasión que se instaló la feria de las Roscas de Reyes, que consistió en permitirles a los panaderos de la capital instalar mesas en el zócalo para que los asistentes tuvieran la posibilidad de elegir entre diversas panaderías, así como diversas presentaciones, estilos y sabores.
La feria de las Roscas se instaló desde el pasado Jueves y concluye este lunes, y de acuerdo con los panaderos que se instalaron, este año fue mejor que el anterior, “tuvimos gente que vino de Acapulco a buscar roscas y se llevaron muchas debido a que en el puerto de Acabaron”, reveló la vendedora de la panadería la Catedral de Chilapa.
Explicó que en estos días que estuvo la feria vendieron más de 500 piezas de rosca incluidas desde las más chiquitas que son para cuatro personas hasta las mas grandes, ofreció envinadas, de chocolate, de pan de mantequilla entre otros sabores.
Por su parte Rosalío Rivera Medellín, comentó que en su caso vendieron más de 200 roscas, lo que consideró un buen año aunque resaltó que la ganancia será poca porque todos los insumos que se utilizan en la elaboración de las roscas subieron de precio y para ellos no fue posible subir en el mismo nivel el precio, “nos va quedando un 8 por ciento solamente de cada rosca vendida”.