Respaldados por normalistas de Ayotzinapa, embozados miembros de la Coordinadora estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero, vandalizaron las instalaciones del Congreso del Estado, donde destruyeron equipo de cómputo, mobiliario, puertas y entre otras cosas parte del nuevo equipo del tablero electrónico que adquirieron para llevar el registro de las sesiones que tuvo un costo superior a los 7 millones de pesos.

Esta es la segunda acción vandálica que en la presente legislatura, donde el partido Movimiento de Regeneración Nacional tiene la presidencia de la Junta de Coordinación Política a cargo de Antonio Helguera Sánchez, ya que el pasado nueve de abril, tras permitirles el acceso al recinto y tomar la tribuna donde fijaron una postura, al salir, rompieron una puerta de cristal luego de lanzarle piedras.

Durante la movilización, se dio a conocer que en su demanda de abrogación de la reforma educativa, algunos de los participantes, robaron una laptop del sistema de video vigilancia y un grupo de docentes disidentes, retuvieron por algunos minutos a un policía antimotín que junto con otros elementos que alcanzaron a escapar, acudieron para presuntamente desalojarlos.

La acción de los maestros, se encuadra en el paro de 48 horas al que convocó la Coordinadora nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y con el que exigen la abrogación total de la Reforma educativa que se aprobó en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Antonio Helguera y un grupo de diputados de Morena trataron de impedir la acción de los maestros y salieron a ofrecer una mesa de diálogo con ellos, sin embargo les lanzaron botes de agua, algunas piedras que ninguna los golpeó, los empujaron y los maestros ingresaron a destrozar el inmueble.

El personal del Congreso fue llevado a estacionamiento por la puerta de emergencia y de esta forma se evitó que pudieran confrontarse con los maestros que rompieron cuantas cosas se encontraron a su paso.

Los maestros salieron en marcha de sus oficinas a un costado el ex Ineban, acompañados por contingentes de la normal de Ayotzinapa, del Colegio de Bachilleres y de la sección 18 de Suspeg.

Su ruta fue avanzar directamente a las instalaciones del Congreso, cuando estuvieron ahí intentaron derribar la valla perimetral, pero se encontraron con que está fue reforzada y afianzada con herrería y no pudieron tumbarla, por ello dos de los maestros brincaron y usaron un esmeril para cortar candados y entrar por la puerta.

“Maestros aquí estamos para dialogar con ustedes, les pido que formemos una comisión y nos sentemos a dialogar”, indicó el diputado el Helguera cuando salió del recinto, la respuesta de un docente fue un empujón y le dijo, “siempre salen cuando ya la sienten gruesa, ahora se van a la chingada”, sin decir más el grupo de embozados entró al edificio y empezó a destruir todo.

Para entrar al recinto, los maestros tumbaron la puerta de acceso a la sala que da atrás del escudo y por ahí ingresaron para romper lo que pudieran, finalmente lograron entrar a un pequeño cuarto en el que se guarda el sofisticado equipo de videograbación y control del sistema de tablero electrónico que recientemente se instaló y que tuvo un valor superior a los 7 millones de pesos que se recabaron por la austeridad republicana.

Una vez que los maestros concluyeron con la destrucción del inmueble tomaron varias cajas con documentos y las quemaron en la entrada del recinto, después entonaron el himno venceremos y se prepararon para regresar a su edificio.

Cuando se aprestaban a retirarse llegaron elementos de la policía estatal con equipo antimotín, retuvieron a uno de ellos, lo despojaron del escudo y lo mantuvieron en su poder unos minutos, sin embargo lo soltaron cuando se percataron que estaban llegando más patullas por diversas partes.

“Este es sólo un adelanto de lo que les espera en la jornada de lucha que iniciará el 15 de mayo, a estos diputados que llegaron aquí por el efecto López Obrador y hoy se han convertido en traidores del pueblo”, señaló el orador que utilizó el micrófono mientras se retiraban.