Las áreas verdes que se encuentran frente al panteón central de Chilpancingo fueron invadidas por comerciantes que tras años de estar en ese lugar, con el amparo y complicidad de autoridades iniciaron la construcción de locales con herrería sobre planchas de cemento.
El panteón central de Chilpancingo se encuentra en una de las calles que comunican directamente al zócalo por lo que no se puede concebir que alguien iniciará una obra sin que los administradores del cementerio lo notaran.
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Durante una entrevista se le cuestionó a la alcalde Norma Otilia Hernández Martínez, el haber permitido que se construyeran puestos sobre las áreas verdes del panteón, respondió no estar informada al respecto y pidió que la directora de panteones Mabel Martínez Rayo que atendiera la pregunta.
La funcionaria aseguró no tener conocimiento de que hubiera invasiones, dijo que no se ha otorgado ningún permiso y anunció que realizarían un recorrido junto a otras autoridades como Gobernación y Desarrollo Urbano.
Después de contestar fue abordada por la secretaria General del Ayuntamiento, Xóchitl Heredia Barrientos, quien le reclamó “te lo dije que eso nos traería problemas, pero al ratito en la oficina lo platicamos”, la directora de panteones le reprochó a la secretaria general que la culpa de la invasión fue de ella, luego aceptó que el tema lo discutirían más tarde.
Afuera del panteón central, que se encuentra prácticamente en el centro de la ciudad, se instalaron estructuras metálicas enterradas con cemento y planchas de concreto en el piso, estos sería parte de puestos fijos de comerciantes que desde hace años mantienen invadido el lugar para la venta de flores, veladoras y alimentos.
Evidentemente que este tipo de construcciones no podrían realizarse si no se tiene la complicidad de una autoridad dentro del palacio municipal que pudiera otorgar permisos o al menos hacerse de la vista gorda en lo que se hace la construcción pues una vez que estén establecidos nada podrán hacer para retirarlos.
Una construcción de este tipo generan derechos y la vía pública se convierte en un espacio privado, algo similar a lo que ha ocurrido en las calles aledañas al mercado Baltazar R Leyva Mancilla donde inicialmente se invadieron las banquetas, luego se bajaron al arroyo vehicular, se construyeron locales de herrería, se quitó el paso vehicular y ahora todo eso ya es mercado.
Tras de que la alcaldesa fuera cuestionada de la invasión, funcionarios del municipio fueron a realizar una clausura temporal de los locales, pero todo indica que con el paso de los días volverán a la construcción pues no se retiró nada sólo le pusieron sellos de papel.