La inseguridad continúa siendo el talón de Aquiles de las autoridades federales y del estado, y ello genera miedo entre los empresarios locales, señaló el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Omar Elías Azar Herrera.
El líder empresarial manifestó su consternación por los hechos de violencia suscitados en los últimos meses, entre ellos obviamente el incendio de 12 camiones urbanos en Acapulco y el asesinato de un reconocido empresario de Chilpancingo, Azar Herrera mencionó que más del 90 por cierto de los empresarios micro y pequeños son “blanco” de la delincuencia.
Dijo que el sector productivo viene saliendo de una afectación económica muy fuerte que dejó la pandemia del Covid-19, “ahí vamos, pero el talón de Aquiles que vive nuestro estado es la seguridad o inseguridad”, remarcó.
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Refirió que desgraciadamente para los comerciantes y empresarios locales se han vuelto permanentes los delitos como la extorsión y las amenazas, lo que se traduce en miedo y una constante inquietud, por lo que se han apoyado en el Ejército Mexicano y con la Secretaría de Seguridad.
En este sentido, dijo que los empresarios y comerciantes locales ofrecen de nueva cuenta su voto de confianza a las autoridades para que la estrategia de seguridad dé mejores resultados en materia de seguridad: “si tenemos fe, pero la fe tiene sus tiempos y sus límites”.
Dijo que en los últimos meses, la estrategia de seguridad, no ha dado resultados, sólo observan la llegada de 100, 200 de la Guardia Nacional, pero los resultados no son los más deseados, y aunque no se trata de una estrategia fallida, tiene confianza en que puedan cambiarla: “hacemos un llamado respetuoso a estas autoridades para que vean qué estrategia pueda funcionar más para inhibir o desaparecer este tipo de delitos”, expuso.
Mencionó que producto de esta problemática en los últimos años, empresarios guerrerenses han salido de la entidad, pero enfatizó que es difícil para cualquier empresario irse a otro lugar para establecerse.
En Guerrero, dijo, sólo los grandes corporativos se salvan de esta situación de robos, asaltos y extorsiones, porque no hay un propietario a quien dirigirse, no así para los pequeños y micro empresarios